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domingo, 23 de junio de 2013

EL DÍA DE LOS FORAJIDOS (1959)


Hoy me gustaría recomendar un western casi desconocido, que no figura en ninguna lista de los mejores del genero, sin embargo es uno de los que más me gusta, por su alejamiento de los parámetros clásicos.

Recomiendo verla en versión original, porque el doblaje en castellano es sencillamente horrible. 

Esta película está dirigida por uno de los grandes artesanos del western de serie B, André De Toth, un cineasta infravalorado por la crítica y olvidado por el gran público. Este western es el último de los onces western que dirigió, originales, entretenidos, con poco presupuesto y  con actores de serie B. A resaltar: “La mujer de fuego” (1947) con Joel McCrea, “El honor del capitán Lex” (1952) con Gary Cooper, “Carson City” (1952) con Randolph Scott, El vigilante de la diligencia” (1954) con Randolph Scott y Pacto de honor (1955) con Kirk Douglas. 

André De Toth maneja bien el excelente guión de Philip Yordan, quien adapta una novela de mismo título de Lee E. Wells, escritor especializado en relatos del oeste, estamos ante un relato psicológico ambientado en el salvaje oeste. El film tiene un guión muy completo, con una hábil mezcla de drama, amor, acción, aventura, redención, honor y western. 

La película arranca con el enfrentamiento entre un ganadero (Robert Ryan) y un granjero (Nehemiah Persoff), por la decisión de este último de limitar el terreno de los pastos con alambradas de espino, una temática muy repetida en el cine del oeste. Pero no solo esta es la única razón del conflicto, el verdadero motivo es pasional, ya que Robert Ryan no ha perdonado que la mujer que ama se haya convertido en la esposa de un granjero. Pero todos los conflictos quedaran olvidados, cuando una banda de forajidos liderados por Burl Ives se refugian en el pueblo, tomando a todos sus habitantes como rehenes. Entonces todos deberán limar sus diferencias y mantenerse unidos, para luchar contra un peligro mayor.

Burt Ives lidera una banda de forajidos 

Otro de los ingredientes imprescindibles de esta película, es el uso del paisaje invernal (la  nieve, las montañas, terrenos inhóspitos...), algo que se opone frontalmente con la iconografía típica del género. La primera parte de la película se desarrolla en un pueblo de Wyoming perdido entre las montañas de apenas 20 habitantes, que se encuentra aislado por una tormenta de nieve, donde los inviernos son extremadamente duros y sobrevivir a ellos es una autentica heroicidad. Este paisaje ambienta la película en un marco oscuro, fúnebre, y fantasmagórico. 

Precioso paisaje invernal

La fotografía de Russell Harlan (“Río Bravo”) es maravillosa, ayudada con un precioso blanco y negro del film. Y para recordar un hermoso plano secuencia con una panorámica donde se puede observar todo el valle nevado, y termina en una ventana con la figura de Robert Ryan mirando a través de ella.

Excelente fotografia en blanco y negro de Russell Harlan 

La película cuenta con poderosas y preciosas imágenes durante todo el metraje de la misma, entre ellas la primera vez que vemos a Robert Ryan y a su amada Tina Louise en la tienda de provisiones, no conocemos nada sobre ellos, pero por el juego de miradas, adivinamos que siguen queriéndose. Tina Louise de gran belleza, esta genial como mujer seductora y manipuladora, que se ha casado con el primer hombre que le propuso matrimonio, no con el que más quería.


Robert Ryan y su amada Tina Louise

Una película muy adelantada para su tiempo, Tina Louise no duda en besar apasionadamente a Robert Ryan para evitar que mate a su marido. Y como él, a pesar del amor que siente por ella, la rechaza, porque es un hombre consumido por el odio y la venganza contra quien le arrebato a lo que más quería.

Magnífico duelo interpretativo entre dos grandes secundarios de la historia del cine, Robert Ryan y Burl Ives, un genial cantante de country, que fuera secundario en dos grandes películas que me fascinan de la historia del cine, el western “Horizontes de grandeza” y el drama “La gata sobre el tejado de zinc”.

Robert Ryan y Burl Ives dos grandes secundarios de la historia del cine

Aquí interpretan a dos hombres luchadores, orgullosos, de fuerte personalidad, de palabra y de honor. Burt Ives es un estricto capitán que lidera una banda de forajidos, que han desertado del ejército, después de robar las nóminas de los soldados, y se ocultan en el pueblo hasta que se cure de una herida de bala. A partir de aquí, se establece una extraña relación entre los dos, en un intento de poder controlar a los otros forajidos, auténticos delincuentes con ansias de whisky, mujeres y de matar a todos los habitantes del pueblo.

Otra de las escenas para el recuerdo, el duelo que tiene Robert Ryan con el líder de los granjeros, Ryan ordena a su ayudante que haga girar una botella a lo largo de la barra para que al caer al otro lado sirva como señal para empezar a disparar. Justo antes de caer ésta al suelo, la puerta se abre y entra como un vendaval la banda del capitán, que para el duelo. La sorpresa del espectador es muy grande, porque aparecen de la nada, no teníamos ni idea de quienes son, y que hacen en ese pueblo perdido en las montañas, porque no los habíamos visto todavía en la película.

André de Toth filma numerosos primeros planos, inusuales en el western, dejando ver los sentimientos a través de sus caras de cada uno de los protagonistas. El director también filma una gran pelea sobre la nieve, donde dos esbirros de la banda se pelean a puño limpio contra Robert Ryan, y donde los golpes son tan realistas que hasta nos duele verlos.


Impresionante pelea sobre la nieve


Otra gran escena de la película es la secuencia del baile, las mujeres del pueblo se ven obligadas a bailar con los bandidos, en una escena terrorífica, por el miedo a ser violadas por ellos, un miedo que se transmite al espectador que está viendo la película. En el medio de la tensión interrumpe Burl Ives, y le concede un baile a Tina Louise, a resaltar con el estilo y la caballerosidad con la cual trata a la mujer. Burl Ives interpreta a un villano con palabra y honor, de esos que son recordados una vez que terminamos de ver el film.

La segunda parte de la película es espectacular, Robert Ryan después de reflejarse en el espejo y no gustarle lo que ve en él, guiará a la banda de forajidos a través de las montañas haciendo frente a la nieve, al viento y al frío por una ruta inexistente, hacia una muerte segura, encontrando una motivación, y una manera de redimirse de su vida pasada. Y todo con el consentimiento de Burl Ives, que se sabe con las horas contadas a causa de una herida de bala, el cual prefiere que los tipos que le sirven mueran antes de que hagan daño a nadie del pueblo. El viaje que emprenden saben que no tiene billete de vuelta solamente de ida.


Robert Ryan no le gusta lo que ve en el espejo

Durante el viaje físico y de redención, la ambición por el oro y el frío acabarán con cada uno de los bandidos. Muy bonita la despedida de Ryan de Tina Louise antes de partir, o la mirada de una de las jóvenes del pueblo a través de las ventanas, viendo marchar a uno de los forajidos del cual se ha enamorado perdidamente. 

Las imágenes son de una descomunal belleza, los caballos agotados en un terreno inhóspito, la nieve cubriendo casi las monturas, los caballos moviéndose con dificultad entre la nieve, el frío, y el viento son los enemigos a derrotar. Ryan no recurre a la violencia para librarse de los bandidos, ni siquiera se servirá de su revólver para salir de este infierno victorioso.



 

Robert Ryan en un infierno blanco

André De Toth filma una de las escenas más memorables de la historia del western, después de una terrible tormenta de nieve, y que el último de sus compinches muriera congelado, el último de los bandidos, y el peor ellos, ve montar y marchar a Ryan, por lo que intenta dispararle en su huida, al tener los dedos congelados y entumecidos, no le es posible. La escena hace sentir al espectador todo el dolor tanto el físico, con sus dedos entumecidos, como el moral, ha sido engañado, que junto con su ambición y avaricia, y esa maldita montaña, ha cavado su propia tumba.

La excelente fotografía, y el precioso paisaje nevado donde están rodados íntegramente los exteriores, muestra un gran realismo, con los efectos del frío en la expedición (perdida de movilidad, el agarrotamiento de las extremidades, el entumecimiento de los músculos y el inicio de principios de hipotermia), hasta la fecha muy poco vistos en el cine con tanta crudeza y realismo. 

Un viaje sin retorno

La banda sonora de Alexander Courage, acompaña estupendamente en esta historia perturbadora e inquietante. 

Maravillosos títulos de crédito


La única pega que quizás se le puede poner a la película, es el hecho que con la muerte del último bandido se tenía que acabado, no se entiende esos minutos finales, donde Ryan llega al pueblo donde nadie le espera, como si nada hubiese sucedido.

domingo, 16 de junio de 2013

RÍOS DE PELÍCULA


Son los ríos más famosos del salvaje oeste, y sus nombres dieron fama a los mejores westerns de la historia del cine. Pero hoy me gustaría en este post, situar realmente donde se encuentran y como son los ríos más míticos del cine. 

RÍO GRANDE Y RÍO BRAVO 


Mapa de Rio Grande (Río Bravo)


Aunque podría parecer que fuesen dos ríos distintos, para los estadounidenses se llama Río Grande y para los mexicanos Río Bravo del Norte. La principal razón es que este río fue explorado en distintos momentos, en sus distintas partes y por distintas personas. Tiene una longitud de 3.034 km, y drena un área de 608.000 km². Provee de agua y de energía eléctrica a más de 13 millones de personas en dos países. Es el 18º río más largo del mundo y el segundo más largo de EE.UU. 


Río Grande nace en el estado de Colorado, y fluye a través de las ciudades de El Paso, Ciudad Juárez, Laredo, Texas y desemboca en un delta arenoso en el Golfo de México. Este río ha marcado desde 1848 la frontera entre México y EE.UU, y a pesar de su nombre Río Grande y longitud, Río Bravo no es navegable. En Nuevo México, tiene su tramo más espectacular con rápidos y corrientes traicioneras. 

Río Grande a su paso por Texas 

RÍO ROJO 
Mapa de Río Rojo

Río Rojo (en inglés: Red River), es un largo río de los EE.UU, y es uno de los principales afluentes del río Misisipi. Tiene una longitud de 2.200 km, y es uno de los 10 ríos más largos de los EE.UU y drena una cuenca de 78.600 km². El río discurre por los estados de Texas, Oklahoma, Arkansas y Luisiana. 

Red River 

Río Rojo nace en Texas y muere en el río Misisipi. El río adquiere su nombre de la arcilla roja de las tierras de labranza de su cuenca hidrográfica. El río es completamente navegable entre Alexandria y Shreveport. 

En la parte baja del río Rojo, las laderas del río se observaban numerosas plantaciones de algodón de blancos hacendados con esclavos negros. 

Río Rojo desemboca en el Río Misisipi

RÍO CONCHOS 

Río Conchos es el principal río del estado mexicano de Chihuahua y el principal de los afluentes mexicanos del río Bravo. 



Tiene varios embalses para aprovechar su corriente para el riego, cerca de la mitad del territorio de Chihuahua son drenados por su cuenca, que a su vez pertenece a la cuenca del río Bravo. El río Conchos nace en la Sierra Madre Occidental, en Chihuahua, a una altitud de 2.825 metros. Suele recibir importantes precipitaciones en los meses de verano y en los meses de invierno en forma de nieve, las temperaturas en esta zona suelen alcanzar los -20 °C. 

Río Conchos desemboca en el río Bravo, a una altura de 782 m, siendo el principal tributario del lado mexicano, en este punto el río se ha explotado intensamente, ha dado agua para cientos de localidades y varias ciudades como Camargo, Delicias, y Ojinaga, ha provisto de agua para regar la mayor zona agrícola del estado, su caudal se ha mermado notablemente sin embargo el río aun consigue desembocar el río Bravo con una anchura de 35 metros, reforzando el también mermado caudal de este al pasar por este punto.

Río Conchos desemboca en Río Bravo



Río Bravo (1959) de Howard Hawks: Con John Wayne, Dean Martin, Ricky Nelson, Angie Dickinson y Walter Brennan. 



Río Grande (1960) de John Ford: Con John Wayne, Maureen O'Hara, Ben Johnson, Harry Carey Jr., y Chill Wills. 


Río Rojo (1948) de Howard Hawks: Con John Wayne, Montgomery Clift, Walter Brennan, Joanne Dru, y John Ireland.


Río Conchos (1964) de Gordon Douglas: Con Richard Boone, Stuart Whitman, Anthony Franciosa, Jim Brown y Edmond O'Brien. 


 . 

miércoles, 5 de junio de 2013

EL JARDÍN DEL DIABLO (1954)


Estoy un poco cansado de muchos críticos de cine calificando muchas grandes películas como cine menor, muchos de ellos consideran “El jardín diablo” como un western menor, pero digo yo, como va a ser una western menor, un film interpretado por tres grandes actores como Gary Cooper, Richard Widmark y Susan Hayward y dirigidos por uno de los grandes genios del western como Henry Hathaway.


El título original era “Vulcano” pero tuvo que ser cambiado para no ser confundido con el filme de William Dieterle.

Uno de los aspectos más importantes de este film es que fue el primer western de la historia del cine que está rodado en CINEMASCOPE, y lo aprovecharon para rodar en los preciosos paisajes de este western atípico. 

El reparto está formado por dos de los más grandes mitos del oeste, Richard Widmark y Gary Cooper, dos personajes escépticos, de vuelta de todo, pero muy leales, orgullosos y sacrificados por el bien del grupo. 

Gary Cooper y Richard Widmarck dos mitos del oeste

Widmarck es un jugador parlanchín, pícaro, cínico y valiente. Cooper como antiguo sheriff, es lacónico, profesional, honrado y parco en palabras (como dice Richard Widmark de él, intentar arrancarle palabras es como intentar hacer sangrar a una piedra). Gary Cooper es uno de esos actores que con su sola presencia llenaba la pantalla. Muy extraño y divertido es el vínculo de amistad que se establece entre los dos viejos vaqueros.

Susan Hayward interpreta una mujer valiente de armas tomar, seductora, un torbellino de arrolladora presencia, ambiciosa, y codiciosa. Es del tipo de mujeres que tienen a los hombres postrados a sus pies, que solamente al final de la película, encuentra algo que quiera más que el oro. Me encanta su entrada en la película, donde se presenta a los forasteros con la cartuchera en el cinto. Para mi esta actriz es una de mis pelirrojas de cine favoritas junto a Maureen O´Hara. 

“Si quería el oro, y todo que con ello se puede comprar, todo el mundo lo busca, pero yo no lo quería así.”

El argumento es muy sencillo, Susan Hayward contrata a 3 forasteros liderados por Gary Cooper, para que le ayuden a rescatar a su marido que se encuentra herido en una mina de oro de su propiedad en territorio apache (“El jardín del diablo”). 



El comienzo de este western es muy atípico, ya que la primera aparición de nuestros héroes en la película, llegan a través del mar, desembarcan en una playa del puerto de San Miguel. Este pueblo, tiene de curiosidad que en el saloon del pueblo, canta la preciosa Rita Moreno (“Wide Side Story”) la más bella de las canciones. 

- “Widmark: Las mujeres hermosas hablan la misma lengua en todo el mundo.
- Cooper: ¿Y cómo hablan las feas?
- Widmark: Nunca las escucho."

- “Widmark: Una vez un hombre dijo: La mujer hermosa miente cuando habla, pero no cuando canta.
- Cooper: ¿Quién dijo eso?
- Widmark: Yo.”

Sin salirse de las líneas maestras y unificando dos géneros que dominaba a la perfección, el western y el cine de aventuras, Hathaway dirige una película, en la que el paisaje tiene enorme relevancia, paisaje atípico para una película del oeste, una playa, un desfiladero, un pueblo enterrado bajo la lava, aquí la arena del desierto deja paso a ceniza volcánica. 

Paisaje atípico para un western 


Henry Hathaway con los actores en el set de rodaje 

Los peligros del viaje que van a emprender  nuestros héroes a esa mina de oro recóndita  serán muchos, porque tendrán que hacer frente al peligro acechante de los indios apaches, y a la codicia de los compañeros de viaje. 

Como curiosidad “El jardín del diablo” es una zona sagrada por los apaches, “Luna llena” (Luna de hombre blanco) donde se abre la veda de hombres blancos.

Gran carga psicológica en todos los personajes de la película, todos tienen una motivación para ir a buscar al marido de Susan Hayward, y la gran duda, si ella realmente va a buscar a su marido porque le quiere, o realmente vuelve por el oro de la mina. 

Henry Hathaway filma dramática, bellamente el sacrificio de nuestros héroes, sobre todo el del marido de Susan Hayward, donde aparece crucificado en una cruz. 

Un viaje lleno de peligros 

Además, me encanta la tensión sexual entre Hayward y Cooper, latente todo el metraje, y que explota hacia el final de la película. 

Susan Hayward y Gary Cooper una bonita historia de amor

Uno de los alicientes de esta maravilloso film, es ese precioso desfiladero que abre y cierra la película (a mí este desfiladero me recuerda mucho a uno de mi tierra “El desfiladero de las Xanas” en Asturias), estrecho, angosto y espectacular, que es el único acceso al territorio indio y la célebre secuencia del salto a caballo donde la cornisa se ha hundido. 

Y ese emocionante y precioso final, al galope por el desfiladero, con la batalla final contra los indios, con esa secuencia impresionante donde Widmark se sacrifica para que triunfe el amor entre Cooper y Hayward, y como Gary Cooper vuelve para decirle que no debería haberle hecho trampas. Y especialmente bello es el final, con Widmark agonizando con un precioso atardecer, y la sentencia de Gary Cooper en la última frase de la película: 

“Si el mundo estuviera hecho de oro, los hombres se dejarían matar por un puñado de tierra.”

Atardecer en el jardín del diablo

Este final creo que con toda justicia está considerado como uno de los finales más antológicos de la historia del western.

El “Jardín del diablo”, un lugar para el recuerdo que se puede convertir en su tumba.