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viernes, 20 de febrero de 2015

FILÓN DE PLATA (1954)



Como homenaje a la recientemente fallecida Lizabeth Scott y con apenas repercusión en los medios de comunicación, me he decidido a hablar de una de sus mejores películas como es el fantástico western “Filón de plata” de Allan Dwan.

Cuando se habla de los mejores westerns de la historia del cine, nadie incluye en sus listas a esta película, una obra maestra del western poco conocida y reconocida, además creo que con los años los que amamos este género la hemos convertido en una película de culto.



"Silver lode" una obra de culto del western 


Cuando me dispongo a ver una película de Allan Dwan, un artesano brillante de la serie B, infravalorado y poco reconocido por la crítica, con más de 400 títulos a sus espaldas, tengo la misma impresión que cuando veo una película de Butt Boetticher, creo que son dos artesanos que desarrollaron casi toda su carrera en la serie B, la cual convirtieron en una obra de arte. 


Alan Dwan un maestro de la serie B 

El protagonista de esta película es John Payne, actor fetiche de Allan Dwan al que también dirigió en las magníficas “El jugador” (1955) y “Ligeramente Escarlata” (1956). 


John Payne actor fetiche de Alan Dwan 

Estamos ante un western psicológico o un western moral con gran semejanza con las películas: “Incidente en Ox-Bow” de William Wellman y “Furia” de Fritz Lang, aunque la mayoría de las críticas la comparan con “Sólo ante el peligro” con la cual guarda mucha simbología, incluida la boda del principio de la película. 



Filón de Plata es un excelente western psicológico 


John Payne interpreta magistralmente a un pistolero de turbio pasado con mucha semejanza con el “Falso culpable” interpretado por Henry Fonda en la obra de Alfred Hitchcock. 

John Payne es el perfecto "falso culpable"

“Filón de plata” es una de las películas favoritas de Scorsese, de la cual dice: “Filón de plata es una caza de brujas del 4 de julio”. 

En argumento es muy interesante: 

En la pequeña ciudad de Silver Lode, el agente federal Ned McCarthy (Dan Duryea), el día del 4 de julio, interrumpe bruscamente la boda entre Dan Ballard (John Payne) y Rose (Lizabeth Scott), para detener al novio, acusándole de asesinato y robo. Ballard tratará de buscar pruebas que demuestren su inocencia, pero la lealtad que le profesaban sus vecinos se resquebrajará rápidamente ante las injurias de McCarthy. 

Una boda interrumpida

La película es una metáfora del Hollywood de los años 50, con gran simbolismo con la caza de brujas del senador McCarthy, que fue el principal promotor de una implacable campaña contra el comunismo en Hollywood entre los años 1947 hasta 1957, donde se llevó a cabo una persecución a todo aquel que no demostrará lealtad absoluta con los valores americanos, y lo más importante una persecución a menudo sin pruebas y sin juicio previo. 

Caza de brujas que se paso a denominar como “mccarthismo”, provocando la anulación de las carreras de muchos actores, directores y escritores de Hollywood, al colocarlos en las llamadas listas negras, donde fueron acorralados y silenciados. El guionista de esta espectacular película es Karen DeWolf, una de las muchas personas que se encontraban en listas negras. El protagonista se sentirá como esos directores que se encontraban en la lista negra de McCarthy, acorralado y perseguido por los mismos compañeros de profesión, sin pruebas ni juicio previo. 

Película como metáfora de la caza de brujas de McCarthy

Durante toda película existe numerosa simbología con la caza de brujas del senador McCarthy, el tiroteo entre las mesas decoradas con barras estrellas, no es casualidad. Tampoco es el nombre del villano de la película Ned McCarthy, magníficamente interpretado por un habitual del cine negro Dan Duryea y por último la campana rota por un balazo, símbolo de la libertad amenazada. 

El nombre del villano Ned McCarthy

El guión es magnífico, el villano planea vengarse del pistolero que años atrás mató a su hermano, usurpando el papel de un agente de la ley, un día de fiesta como el 4 de julio donde todo el mundo está de fiesta, cortando el telégrafo para que nadie pueda comprobar su coartada y poniendo la vida de John Payne pendiendo de un hilo. 

Un día de fiesta en Filón de plata

Dan Ballard es un antiguo pistolero que decide empezar de nuevo en el tranquilo pueblo de Silver Lode, donde se va a casar con la hija del mayor terrateniente del pueblo y es respetado y admirado por todos sus vecinos y amigos. 


Dan Ballard es un antiguo pistolero que quiere cambiar de vida 

Pero debido a las mentiras e injurias de Dan Duryea, le pone en contra a todo el pueblo, produciéndose una injusta persecución al protagonista de la película sin pruebas y sin juicio previo. Nuestro héroe es crucificado por un pueblo consumido por la venganza, el odio, el miedo, la cobardía y con toda la hipocresía quien ayer te da una palmadita en la espalda y hoy te dispara sin compasión. 

John Payne nadie cree en su inocencia 

Un pueblo que se cree juez, jurado y ejecutor. La situación es tan delicada para nuestro protagonista, que ni su propia familia le cree, y hasta su mujer Lizabeth Scott tiene sus dudas. 

Ni su mujer cree en su inocencia 

Hay una escena que se produce en un granero donde todas las personas que saben que Dan Ballard es inocente están muertas, así que los únicos que sabemos que no es culpable es el espectador y los malos. Así que la angustia, la asfixia y el agobio que siente el pobre John Payne, también lo va sentir el espectador por él. 

Un western que va creciendo en emoción, en tensión hasta llegar al antológico clímax final. Todo ello rodado en 81 minutos redondos y llenos de ritmo, donde desde el brillante comienzo con la entrada del villano en el pueblo, no te da un respiro durante todo el metraje de la película. 

Un western de gran ritmo 


Un film con unos preciosos planos secuencia, con inverosímiles tiros de cámara, como la carrera desespera de nuestro héroe hacia la iglesia. Excelentemente rodadas las escenas de acción, con unos vistosos duelos de pistolas. 

Espectacular plano secuencia 

Muy interesante que la única persona que confía con una lealtad inquebrantable es la cabaretera Dolly, magníficamente interpretada por la hermosa Dolores Moran, una actriz de breve carrera, que a través de las imágenes podemos sacar la conclusión que probablemente hubiese tenido una aventura con Ballard en el pasado. Una maravillosa elipsis que no requiere de mayor explicación. 

Preciosa Dolores Moran 

Un western que nos deja la moraleja que una masa de gente manipulable y manejable es sumamente peligrosa, llama la atención que la turba deja de perseguir a nuestro héroe, por una prueba tan poco fiable que crea su mujer como una orden federal a través de un telégrafo falso. 

John Payne en uno de los muchos apuros que pasará en la película 

Un magistral western asfixiante y agobiante, con un mensaje moral que nadie debería perderse. La única pega es el breve papel de esta gran actriz que era Lizabeth Scott, quizás porque no había tiempo para nada más. 

Lizabeth Scott en el set de rodaje 


Lizabeth Scott (1922-2015)


Sirva la crítica de esta película para rendirle un homenaje a una fantástica actriz que nos ha dejado recientemente a los 91 años y con apenas repercusión en los medios de comunicación. 


Tributo a Lizabeth Scott

Lizabeth Scott bella rubia de sensual voz, nació en 1922 en Pensilvania, en el seno de una familia de emigrantes rusos. Pocos días después fue bautizada con el nombre de Emma Matzo. Fue una femme fatales más carismáticas del cine.


"Femme fatal" por excelencia en el cine negro

Su carrera en Hollywood fue muy corta desde mediados de los años 40 hasta los finales de los años 50. Pero en poco más de una década dejo su marca en el cine negro. Su aspecto frágil, su caballera rubia y su voz profunda le iban perfectos al género. Compartió cartel con los tipos más duros de Hollywood y siempre estuvo a su altura. Su gran amor fue el teatro y llego a Hollywood por azar, sufrió comparaciones con Lauren Bacall y Veronica Lake, pero si Scott no puede arrebatarlas su lugar en la mitología, pero viéndola junto a Bogart en “Callejón sin salida”, si se puede decir que era más peligrosa que Bacall, Scott podía ser buena, pero mala era mucho mejor y con sus interpretaciones le dió una vuelta a la mujer fatal del cine. 


Scott y Bogart en "Callejón sin salida"

Bogart rendido a los pies de Lizabeth

Fue una modelo muy cotizada en la época, llegó a cobrar 25 dólares la hora, estudió en una prestigiosa escuela de interpretación de Nueva York, y muy pronto fue descubierta para el cine por Hal B. Wallis, el mítico productor de Casablanca, entre otras películas. Logró firmar una contrato cinematográfico con él y debutó en el cine con "Tú me seguiste" (1945), un film dirigido por John Farrow, donde ya llamó la atención de la industria de Hollywood con tan solo 23 años que tenía cuando realizó la película. 


Scott fue una modelo muy cotizada

La apodaron “The threat” (“La amenaza”) y un año después de debutar en el cine compartió cartel junto a los gigantes Kirk Douglas y Barbara Stanwyck (otra mujer fatal) en El extraño amor de Martha Ivers, en la cual fue su primer contacto con el cine negro. 


Lizabeth fue una  musa del cine negro

"He is a man" (1958)

A partir de aquí Lizabeth fue una de las grandes “femme fatales” del cine clásico con títulos míticos para todo cinéfilo como: “Callejón sin salida” (1947) con Humphrey Bogart, “La hija del pecado” (1947) y “Al volver a la vida” (1948) con Burt Lancaster, una de sus mejores películas de cine negro que he visto nunca como es “Pitfall” (1948) con Dick Powell, “Demasiado tarde para lágrimas” (1949) con Don DeFore y Dan Duryea, “Ciudad en sombras” (1950) con Charlton Heston, “Tal para cual” (1951) con Edmond O'Brien y para terminar con el gran clásico de cine negro “El soborno” (1951) con Robert Mitchum. 








Lizabeth trabajó con todos los hombres duros de Hollywood

El personaje de Dusty del film “Callejón sin salida”, es una de las “femme fatales” más recordadas de toda la historia del cine. 

Estuvo casada una sola vez y únicamente durante un año. A mediados de los 50 la revista “Confidential” la declaró lesbiana, lo que provocó una demanda judicial de la propia Lizabeth. Su fama sufrió un duro golpe. Verdad o no, lo que es claro es que la actriz demandó a la revista Confidential por haber difundido chismes sobre sus preferencias sexuales. Se ha escrito mucho sobre ella, incluso se ha dicho que estuvo casada en secreto con el productor que la contrató Hal Wallis. 

Rumores sobre su posible homosexualidad:

http://www.mirales.es/cultura_entretenimiento/la-homosexualidad-en-el-hollywood-dorado-tallulah-bankhead-y-lizabeth-scott/



Los rumores acabaron con su carrera 

A pesar de su gran presencia en pantalla, de participar principalmente en títulos de cine negro, y ser una buena actriz, Lizabeth Scott, la pretendían vender como una nueva Lauren Bacall, pero nunca consiguió el grado de estrella, y por lo general sus películas no obtuvieron grandes resultados en taquilla. Y eso que participó en numerosas películas consideradas como clásicos del cine.


Lizabeth Scott participó en grandes clásicos del cine

En la década de los años 50 participó en algunas interesantes películas muy alejadas del cine negro, demostrando que también podía brillar en Technicolor: "Una Herencia De Miedo" (1953), comedia con Jerry Lewis y Dean Martin, la obra de culto anteriormente comentada "Filón De Plata" (1954), “Sólo una bandera” (1951) western muy interesante con Alan Ladd dirigida por John Farrow, "The Weapon" (1956) de Val Guest, o "Loving You" (1957),curiosa película para lucimiento de Elvis Elvis Presley. Irónicamente, su último papel se lo brindó a una especie de parodia del cine negro, junto a Michael Caine y Mickey Rooney.





Lizabeth Scott en lujoso technicolor 

Siempre tuvo una naturaleza rebelde y nunca rindió pleitesía a los grandes estudios, y una injusta campaña periodística de su persona le obligo a retirarse del cine, ella dejo el cine y nunca pareció echarlo de menos, ya que tenía muchas cosas que hacer sin tener que pedir permiso a nadie.


Tributo a una de las mujeres más guapas del cine clásico



Los westerns en los que participó:

1. "Sólo una bandera" (1951) de John Farrow



2. "Filón de plata" de Alan Dwan 








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