Hoy voy a recomendar una obra maestra de la Warner de los años 30, con un trío ases del estudio que coincidieron en numerosas películas de esta década: Errol Flynn, su pareja en casi todas sus películas Olivia de Havilland y el director Michael Curtiz. Estos tres genios coincidieron hasta en 6 ocasiones durante la década de los 30:
1. El capitán Blood (1935)
2. La carga de la Brigada Ligera (1936)
3. Robin de los bosques (1938)
4. Dodge, ciudad sin ley (1939)
5. La vida privada de Elizabeth Essex (1939)
6. Camino de Santa Fe (1940)
Michael Curtiz:
1. El capitán Blood (1935)
2. La carga de la Brigada Ligera (1936)
3. Robin de los bosques (1938)
4. Dodge, ciudad sin ley (1939)
5. La vida privada de Elizabeth Essex (1939)
6. Camino de Santa Fe (1940)
Michael Curtiz:
Michael Curtiz, cuyo verdadero nombre era Mano Kerstez Kaminer (1886-1962) nacido en Hungría. Michael Curtiz se marchó de casa a los 21 años para ir a trabajar en un circo. Luego se formó como actor en la Real Academia de Arte y teatro. En 1912, empieza a trabajar como actor y director de cine en Hungría, con el nombre de Mihály Kertész.
Al finalizar la I Guerra Mundial, se traslada Hollywood en 1926. Allí dirigirá entre otros a estrellas consagradas como: Edward G. Robinson “El lobo de mar” (1941), James Cagney “Janqui Dandy” (1942) y “Capitanes de las nubes” (1942), Cary Grant “Noche y día” (1946), Gary Cooper “El rey del tabaco” (1950), John Wayne “Los comancheros” (1961) y sobre todo a Errol Flynn en películas que han llegado a ser clásicos: “El Capitán Blood” (1935), “La carga de la brigada ligera” (1936), culminando con la joya de aventuras con el inmortal personaje “Robín de los bosques” (1939). Sin embargo, la película que ha hecho pasar a Curtiz a la historia del cine fue “Casablanca” (1942), con Humphrey Bogart e Ingrid Bergman.
Olivia de Havilland
Nació en Tokio en 1916, sus padres eran británicos. Su hermana pequeña, es la actriz Joan Fontaine, también nacida en Tokio. Como curiosidad las dos hermanas todavía a día de hoy siguen vivas, se llevan muy mal, y Olivia tomo el apellido del padre y Joan el de la madre. A causa de una salud debilitada, y tras la separación de sus padres, se traslada con su madre y su hermana a los EE.UU, a California, donde cursó sus estudios.
Se fijaría en ella el director Reindhardt en una representación teatral universitaria, en “El sueño de una noche de verano”, y posteriormente, la representaría en el Hollywood Bowl. Reindhardt decidió llevarla al cine, y la dirigiría en la película homónima para la Warner en el año1935. A partir de este momento, formaría parte de un equipo consolidado en la Warner, con Errol Flynn como pareja y Michael Curtiz como director. Junto con Errol Flynn protagonizaría 7 películas, en las que, aunque siendo de temática muy distinta, ella siempre representaba el mismo personaje, la de amada del héroe. Donde sin duda la mejor sería la inmortal pareja del general Custer en “Murieron con las botas puestas” de Raoul Walsh.
En la autobiografía que escribió antes de morir, Flynn le declaró su amor imperecedero. Algo que, según ella, la sorprendió mucho. “Yo no lo rechacé. Me sentía también muy atraída por él. Pero le dije que no podíamos tener nada mientras él siguiese con Lili (su esposa de entonces, Lili Damita)”.
Los años 40 fueron los más importantes de su carrera, ya que protagonizaría “Vida intima de Julia Norris” de Mitchell Leisen (1947), y “La heredera”, de William Wyler (1949), junto a Monty Clift, que le supondrían uno de los dos óscar que gano en su carrera. Sin embargo, en el año 1939 ya interpretó uno de los papeles que le daría más importancia y reconocimiento a nivel mundial, el de Melanie Hamilton en “Lo que el viento se llevó” (1939). En el año 1941 fue de nuevo nominada al óscar a la mejor actriz principal por su papel en “Si no amaneciera”. La mala relación que mantenían las dos hermanas pudo apreciarse en la entrega de los óscar, cuando Joan rechazó las felicitaciones de Olivia al subir a recoger su galardón.
En 1943, De Havilland desafió en soledad a uno de los más poderosos estudios de la meca del cine y demandó a Warner Bros al amparo de la ley “anti-peonaje” de California, una regulación inspirada en el Código napoleónico que prohibía a los patronos reducir a sus trabajadores a la servidumbre. “Todos en Hollywood creían que perdería, pero yo estaba segura de ganar. Había leído la ley y sabía que lo que hacían los estudios estaba mal”. Tras ganar el pleito, pudo escoger los papeles que realmente le interesaban, entre ellos el de la película “A Cada Uno lo Suyo” (1946), de Mitchell Leisen.
A partir de los años 50, sus papeles se van distanciando cada vez más. De esta última etapa de su carrera, sus papeles más importantes fueron ”No serás un extraño” (1955), de Stanley Kramer, y “Canción de cuna para un cadáver” (1946), de Robert Aldrich.
Sinopsis: Wade Hatton (Errol Flynn) será el sheriff que intentara impartir justicia en la ciudad sin ley Dodge City, una ciudad que está emergiendo con la llegada del ferrocarril, una ciudad gobernada por un cacique y su banda de pistoleros.
Cuesta pensar como el personaje interpretado por Errol Flynn era tan diferente al Errol de la vida real, como un sheriff intenta acabar con el juego, el alcohol y las mujeres de mala reputación, cuando en su vida real Errol era lo que más le gustaba de su vida.
La historia nos muestra la esencia del western, la de los hombres que después de la guerra civil trataron de conquistar el oeste. Esta película tiene todos los tópicos de las películas del oeste, grandes praderas llenas de bisontes, el ferrocarril, las peleas en el saloon, caravanas de carros, linchamientos, ahorcamientos, tiroteos en las calles, el sheriff, la diligencia, etc….
Flynn era la estrella del momento, el héroe por excelencia, y no podía rechazar la oportunidad de intervenir en un género que estaba naciendo. Como curiosidad es el año 1939 donde Ford rodo su primera obra maestra del western “La diligencia”. En este film los malos son muy malos y los buenos son muy buenos, grandes secundarios tiene esta película el malo Bruce Cabot, y el compañero simpático del protagonista Alan Hale.
Gran fotografía en los comienzos del Technicolor y estupenda banda sonora del maestro Max Steiner.
Me encanta el principio de la película, el pique existente entre el ferrocarril y la diligencia, por ver quién es más rápido. Las escenas de acción, como consigue parar a los caballos desbocados Flynn con un gran acrobacia, como suben a los caballos los protagonistas de un solo salto, el tiroteo final en un vagón de tren en llamas.
Las escenas que más me gustan de la película, es la secuencia del linchamiento como Flynn salva a su amigo de que lo ahorquen una turba furiosa, como entra en la escena con gran valentía, arrojo, y un poco de chulería.
Errol Flynn evita el linchamiento
La secuencias de amor entre Olivia y Errol, la gran química que existía entre ambos que la prolongaron durante 8 películas más, porque Errol era un galán seductor tanto dentro de la pantalla como fuera, y hubo muy pocas mujeres en su vida que le rechazaran.
Errol Flynn seduce a Olivia de Havilland
Y sobre todo la mejor pelea filmada en la historia del cine en un saloon, la pelea campal entre sudistas y norteños, donde llueven las botellas y las sillas, se rompen los espejos, las mesas, las paredes, las lámparas, es impresionante es el cine en esencia pura.
La mejor pelea de la historia del cine
Imprescindible western de la historia del cine, a disfrutar la pelea en el saloon.