Hoy me gustaría recomendar un western muy especial para mí, porque se juntan uno de mis directores favoritos Henry Hathaway (en su primer western) y una de mis actrices favoritas la volcánica y temperamental Susan Hayward.
Henry Hathaway y Susan Hayward
Henry Hathaway un director que creo que no fue suficientemente reconocido por la crítica y el público, no le recuerdo ninguna película que haya dirigido que sea aburrida, un todo terreno en todos los géneros que realizó: thriller, negro, bélico, western, aventuras, etc. Y junto con John Sturges y Delmer Daves formaron la segunda unidad de directores que engrandecieron este género que tanto nos gusta.
Henry Hathaway era feliz rodando
Este western es de los denominados psicológicos, muy de personajes, prácticamente casi toda la historia de desarrolla en un pequeño espacio cerrado, opresivo y claustrofóbico, una estación de posta de la diligencia postal de Látigo (Rawhide).
Diligencia postal (Rawhide)
Un argumento propio del cine negro clásico, unos bandidos retienen a una familia o a inocentes contra su voluntad, mientras esperan para poder cumplir su misión o crimen. Esta película me recuerda mucho a las películas de cine negro: “Cayo Largo” (1948) de John Huston, “Horas desesperadas” (1955) de William Wilder y sobre todo la que más me recuerda “De repente” (1954) de Lewis Allen.
Un western con una atmósfera de cine negro
Para su primer western de Henry Hathaway, supo rodearse de los mejores del género: el guionista Dudley Nichols, un habitual de los westerns de Ford, guionista de “La diligencia”, el productor, Samuel G. Engel, el cual también produjo “Pasión de los fuertes” (1946) de John Ford y la espectacular fotografía en blanco y negro de Milton R. Krasner, director de fotografía entre otras de “Eva al desnudo”, “La conquista del oeste”, “Tú y yo”, etc. Y como no contó con un espectacular reparto: Tyrone Power, Susan Hayward, Hugh Marlowe, Dean Jagger, Edgar Buchanan y Jack Elam.
Un western de mucha emoción y tensión
Cuando una banda de forajidos recién escapados de la cárcel acampan por las propiedades de Sam Tood (Edgar Buchanam), el jefe de una estación postal, y su inexperto empleado Tom Owen (Tyrone Power) obligan a la guapísima Vinnie Holt (Susan Hayward) y su sobrina, una niña de corta edad, a que se bajen una diligencia para que, resguardadas en la estación, esperan hasta que pueda restaurarse la ley. Pero cuando irrumpen los asesinos para apoderarse la estación, serán los únicos que puedan evitar de que se ejecuten sus mortíferos planes.
Un trío en peligro
La historia tiene lugar en la estación de posta de Látigo (Rawhide) (Arizona), la cual corresponde a la diligencia postal que recorre las ciudades entre San Francisco a San Luis en 25 días, 2700 km donde se tiene que hacer frente al tiempo, a los indios y a los asaltantes de diligencias.
La diligencia de los borricos
Un western con una gran cantidad de emoción e intriga, en la cuales destacan el juego con un papel donde Tom pedía socorro a los encargados de la diligencia, pero lo pierde sin darse cuenta, una jarra con agua, el cuchillo roto a la vista de los ladrones, el agujero en la pared de su habitación excavado con un cuchillo y la emoción de la niña que se escapa por el agujero y queda expuesta a un tiroteo al final de la película.
La emoción y la tensión se cortan con un cuchillo
Un western con grandes escenas para el recuerdo, el emocionante clímax final, el sonido de la corneta de avisos entre la diligencia y la estación de posta, la voz en off que nos presenta la diligencia de los borricos, el duelo de miradas entre los cuatro diferentes villanos y el carácter y la valentía de Susan Hayward empuñando un rifle o abofeteando al villano.
Muchas imágenes para el recuerdo
Pero la razón de ser un western tan especial es la actuación y la química de sus dos protagonistas Susan Hayward y Tyrone Power, el cual interpreta a un inseguro, inmaduro e inexperto ayudante de Edgar Buchanam, gerente de una estación de posta de la diligencia postal, que tras la muerte de este último tendrá que utilizar toda su astucia para intentar sobrevivir y salvar a la chica y a su niña, el carácter de él reposado, tranquilo, despreocupado y poco combativo, contrasta con el carácter de ella, combativa y muy decidida.
Gran pareja cinematográfica Susan Hayward y Tyrone Power
"Vamos, Owens. Bésala y acabemos de una vez con esto"
Aunque tengo devoción y admiración por la siempre espectacular Susan Hayward, aquí esta arrebatadora, un torbellino en pantalla, como amartilla el arma, como se enfada cuando la llaman señora en lugar de señorita, como no duda en coger un rifle para salvar a su sobrina, como se enfrente ella sola a los bandidos, o como le echa en cara a Power que se rinda o que no se enfrente a ellos. Normalmente en el western el papel de la mujer es mero acompañamiento del héroe, pues en esta película es ella quien que lleva los pantalones.
“Somos tu familia y sigues siendo lo mejor que tenemos”
Susan Hayward un torbellino en pantalla
Y a todo esto le sumamos que teníamos que tener unos buenos villanos para que la función fuese completa, el jefe (gran papel de Hugh Marlowe), un tipo cerebral, educado y un caballero, que estuvo en la cárcel por matar a su mujer y su amante cuando los pillo juntos en la cama, cosa muy rara de ver en un western, contrasta con su compinche Jack Elam, asesino, violador, sin honor, nada de fiar que no dudara en traicionar a sus compinches para quedarse con el botín para él solo. Jack Elam tenía un físico que encajaba en el papel de villano, al que siempre recordaremos por el papel del villano en el spaguetti-western de Sergio Leone “Hasta que llegó su hora”, recordarlo esperando en una estación desértica al bueno de Charles Bronson al comienzo de la película.
Unos grandes villanos
Y por último la ternura que desprende la pequeña y encantadora Cali (llamada así porque nació en California), ajena a la tragedia que le ha tocado vivir.
Adorable Cali
Un relato de los más emocionantes y tensos que he visto nunca en el lejano oeste, te mantiene pegado a tu televisor y a la butaca hasta el último fotograma de la película.
Película dirigida por "Henry Hathaway, el hombre que no hacía películas aburridas", su nombre siempre asociado al cine de entretenimiento y diversión. La película es un remake de “Guerra sin cuartel” (1935) de George Marshall que no he tenido el gusto de ver.
Película dirigida por "Henry Hathaway, el hombre que no hacía películas aburridas", su nombre siempre asociado al cine de entretenimiento y diversión. La película es un remake de “Guerra sin cuartel” (1935) de George Marshall que no he tenido el gusto de ver.
- ¿Qué diablos hacías aquí?
- Aprender el oficio, y lo he aprendido.
¡Saquen su billete que la diligencia está a punto de partir!
Un espectacular final
Trailer de la película