jueves, 15 de octubre de 2015

GENE TIERNEY (1920-1991)


«Incuestionablemente la mujer más bella de la historia del cine» 
Darryl F. Zanuck


Hace mucho tiempo que tenía muchas ganas de escribir sobre una de mis actrices favoritas del séptimo arte pero no encontraba ninguna excusa para hablar sobre ella, pero después de ver el interesante western "Martín el gaucho" (1952) de Jacques Tourneur (del cual otro día hablaré), me he decidido dedicarle este cariñoso post a la reina del cine negro. 

Gene Tierney a todo color 

Una vez leí a un crítico de cine que hablaba de “Laura” (1944) de Otto Preminger, que decía que: "Gene Tierney enamoraba a tres personajes, a la cámara, a los espectadores, al acomodador y hasta a las butacas de cine". Que gran verdad Tierney no intentaba aleccionarnos como actriz, sino enamorarnos como mujer. 

A Gene Tierney la cámara le quería 

Hace unas semanas estuve viendo “Que el cielo la juzgue” (1945) de John M. Stahl, y nunca me ha impresionado tanto con la actuación de una actriz como Gene Tierney en esta película, que representa como nadie el dulce rostro de la maldad, la película la he visto después de muchos años sin verla, cuando la terminé seguí pensando en ella, cuando me acosté no me la quitaba de la cabeza y pasados los días sigo paladeándola. La escena donde una hermosísima Gene Tierney escondida tras unas gafas oscuras no mueve músculo para salvar la vida de un inválido que se está ahogando, la cual todavía a día de hoy impresiona e impacta verla. Nadie ha estado tan convincente reflejando la ira, la locura y los celos como esta guapísima actriz, y componía unos de los papeles de malvada más famosos del séptimo arte, atormentando al bueno de Cornell Wilde hasta incluso después de su muerte, os la recomiendo fervientemente que la veáis “Qué el cielo la juzgue”. Con una escena para el recuerdo donde Gene Tierney se tira escaleras abajo para no tener el bebe que está esperando, y así no compartir con nadie el amor de su marido. 



El dulce rostro de la maldad 

Gene Tierney nace en Nueva York en el año 1920, su padre era un próspero empresario de seguros y su madre trabaja como profesora de escuela. Con una sólida educación, tras viajar y estudiar en Suiza, regresa a Estados Unidos decidida a ser actriz. Por esa razón comenzó a fumar, con el propósito de tener una voz más grave, vicio el cual le ocasionó el enfisema pulmonar que la llevó a la tumba.


Una joven muy hermosa 

En 1939 comienza a trabajar en Broadway apoyada por el magnate Howard Hughes, ilusionado con que triunfara en Broadway. Howard Hughes quien quiso seducirla, y a pesar de no conseguirlo, se cimentó una amistad que duró toda la vida.


Su amistad con Howard Hughes duró toda su vida 

Enseguida comienza a llamar bastante la atención, especialmente por su gran belleza. El productor Darryl F. Zanuck, después de verla actuar, le ofreció un contrato con los estudios 20Th Century Fox. Desde su primera película tiene roles de protagonista. Debuta con el western “La venganza de Frank James” (1940) de Fritz Lang, donde comparte cartel con Henry Fonda. Al año siguiente comparte cartel con Paul Muni, en “El Renegado” de Irving Pichel. Desde ese momento va a intervenir en películas importantes como “La ruta del tabaco” (1941) de John Ford o “El embrujo de Shanghai” (1941) de Josef von Sternberg.

¡Qué hermosa estaba en el clásico de  Josef von Sternberg "El embrujo de Shanghai"! 

Además trabaja en grandes clásicos como: “El Diablo dijo no” (1943) de Ernst Lubitsch, donde compartía cartel con Don Ameche,"El Castillo de Dragonwyck” (1946) de Joseph L. Mankiewicz. Repetiría con este director en “El fantasma y la señora Muir” (1947), donde el fantasma era genialmente interpretado por Rex Harrison, y “La Campana De La Libertad” (1945) de Henry King, que como curiosidad es la única película donde aparecía teñida de rubia.

Gene Tierney de rubia 

Pero por si algo será recordada será por los fantásticos papeles de mujer fatal en la películas de cine noir “El filo de la navaja” (1946) de Edmund Goulding, “Que el cielo la juzgue” (1945) de John M. Stahl, la poco reconocida pero una obra maestra absoluta “Noche en la ciudad” (1950) de Jules Dassin, y sobre la inolvidable Laura de la película del mismo título de Otto Preminger (1944), donde hasta el bueno de Dana Andrews, se enamoraba de ella sin verla, solamente con mirarla en un retrato suyo. 

¡Qué el cielo la juzgue!

El retrato de Laura del cual se enamoraba Dana Andrews 

Destacan sus interpretaciones junto a las grandes estrellas masculinas de la Fox de aquella época: Tyrone Power, Dana Andrews, Henry Fonda, Randolph Scott, Don Ameche, Rex Harrison y Richard Widmark. 

Gene Tierney fue la reina del cine negro 



Tributo a Gene Tierney

En 1941 se casó con el diseñador de vestuario Oleg Cassini, a la unión a la que se opuso tanto el padre de Gene, al igual que la 20th Century Fox y la Paramount, que despidieron a Oleg al enterarse de su boda con Gene por considerarle un cazafortunas. Tuvieron dos hijas Daria y Cristina. 


Gene y el caza-fortunas de su marido Oleg Cassini

Lo tenía todo para triunfar: belleza, talento, educación y dinero; pero la sombra de la tragedia empañó su vida y devoró lo que más amaba: su hija Daria, que nació con retraso mental, sordo-muda y ciega producidos por un contagio de rubeola que sufrió Gene de una admiradora cuando estaba embarazada, lo que le ocasionó muchas depresiones. Su segunda hija llamada Cristina, nació fuerte y sana. Corría el año 1943, una noche Gene Tierney acudió a "La Cantina" (sitio de reunión de las estrellas de Hollywood), a colaborar en la recolección de fondos para la guerra contra los nazis. En la entrada del bar la abrazó una fanática de sus películas y le estampó un beso en cada mejilla. Aquella noche en La Cantina, la admiradora que besó a Gene estaba infectada de rubéola y se había escapado de la cuarentena para ver a gran estrella de Hollywood; así la contagió y la enfermedad se cebó en el feto, esta triste historia de Gene sirvió de inspiración para la novela “Espejo roto” de Agatha Christie.

La desgracia se cebo con su vida 

Se divorció en el año 1952, debido a las continuas infidelidades de su marido, lo cual afecto mucho a la salud mental de la buena de Gene, que dejó tirado a John Ford en el set de “Mogambo” a favor de Grace Kelly.


Fue una gran madre 

En el amor nunca tuvo suerte, después de Oleg Cassini, tuvo una serie de aventuras amorosas; una de ellas fue con John F. Kennedy, otro romance que le endosaron a Gene fue con Spencer Tracy, durante la filmación de “La nave del destino”, después se marchó a Europa, donde conoció al playboy y príncipe indo-italiano Alí Khan

John F. Kennedy fue uno de los hombre de su vida 


Gene Tierney con el príncipe Alí Khan

En sus memorias, “Autorretrato” (1979) la actriz escribió: “mientras esté personificando a alguien más, todo está bien; pero cuando tengo que ser yo misma es cuando los problemas comienzan”

Tierney nunca volvió a ser la misma actriz, impotente ante el destino, y cayó en una depresión que hoy en día se conoce como trastorno bipolar. Empezó a sufrir fuertes depresiones, que la llevarán a acabar ingresada en la década de los 50 en varias instituciones mentales en donde es sometida a brutales tratamientos de choque, que eliminarán parte de su memoria y que ella denunciará repetidamente a lo largo de su vida (incluso llegó a escapar de una de ellas). El desequilibrio mental llegó a tal extremo que en 1957 intentó suicidarse, la desgraciada actriz es encontrada en el alfeizar del exterior de su piso en camisón y con intenciones de suicidarse, pero la policía logra evitarlo y es recluida nuevamente en una clínica. Se recupera y vuelve al cine a principio de los sesenta para trabajar de nuevo con Otto Preminger en la película “Tempestad sobre Washington” (1962)

Gene Tierney tuvo una vida muy desgraciada 

Para terminar la rehabilitación trabajó como dependienta en un almacén por 40 dólares semanales; varios clientes la reconocieron y publicaron su foto en los periódicos sensacionalistas.

Si bien la importancia de sus títulos en los años cincuenta es bastante menor a la de los años cuarenta. Trabaja con el cómico Danny Kaye en “En la Costa Azul” (1951), con Ray Milland en el drama “Cerca de mi corazón” (1951) de William Keighley, y los fantásticos westerns: “Martín el Gaucho”(1952) de Jacques Tourneur y “El secreto de Convict Lake” (1951) de Michael Gordon. En esos momentos comienza a trabajar para la Metro Goldwyn Mayer y con dos de sus principales estrellas: con Spencer Tracy, en “La nave del destino” (1952) de Clarence Brown, y con Clark Gable, en “No me abandones” (195) de Delmer Daves. Y por último participa en las superproducciones: “Sinuhé el egipcio” (1954) de Michael Curtiz, y “La mano izquierda de Dios” (1955) de Edward Dmytryk, con Humphrey Bogart de protagonista, como me gusta esta película.

Gene en "Sinuhé el egipcio"


Tierney hizo muy buena pareja con Bogart 

Después de volver al cine con la enorme “Tempestad sobre Washington”, realizará dos películas más realizaría antes de retirarse del cine: “Pasiones en conflicto” (1963) de George Roy Hill y “En busca del amor” (1964) de Jean Negulesco.

Gene Tierney se retiró joven del cine

En 1961 se casó con el magnate tejano, W. Howard Lee, ex-marido de Hedy Lamarr y vivieron en Texas hasta la muerte de este en 1981, los siguientes 10 años, Tierney dedicó sus esfuerzos a instituciones de beneficencia, en especial a recaudar fondos y a divulgar la dura existencia de niños como Daria, para aliviar la situación de esas familias y ayudarlos a llevar una vida digna. Realizó apenas un par de apariciones en alguna serie de televisión, hasta su muerte, acontecida en 1991, cuando contaba setenta años de edad. 

Gene Tierney dedico sus últimos años de vida a ayudar a los niños con problemas

Y esta es la triste historia de la mujer más bella de la historia del cine, que enamoró a toda una generación de espectadores, pero que no tuvo suerte en cuestión de amores.





La mujer más bella de la historia del cine

En el género del western no hizo muchas películas, pero en todas sobresalía su gigante presencia (la cámara le quería), 4 grandes y poco reconocidos westerns. 

Gene Tierney como cowboy 


1. La venganza de Frank James (1940) de Fritz Lang 


2. Belle Star (1941) de Irving Cummings  


3. El secreto de Convict Lake (1951) de Michael Gordon 


4. Martin el gaucho (1952) de Jacques Tourneur