sábado, 16 de febrero de 2019

DESENTERRANDO SAD HILL (2018)



Siento haber tenido abandonado el blog durante tantos meses, espero publicar a partir de ahora mucho más a menudo. El motivo es que he estado inmerso en varios proyectos relacionados con el cine, que en unas fechas podré dar muchos más detalles sobre ellos. Para comenzar con las publicaciones, vuelvo con un documental imprescindible para todo amante del western.

Cuál puede ser el motivo de que unas personas se recorran más de 1200 kilómetros en coche para ir a cavar a un cementerio, sin recibir ni esperar nada cambio, esto es lo que pretende explicar este documental. 

 Devolviendo a la vida el cementerio.

Viendo el documental se me vino a la cabeza la frase que le dice Jesús Raza (Jack Palance) a Bill Dolworth (Burt Lancaster) en el clásico “Los profesionales” hablando de las revoluciones y de luchar por las causas perdidas. 

“Nos quedamos porque tenemos fe, nos marchamos porque nos desengañamos. Volvemos porque nos sentimos perdidos y morimos porque es inevitable...” 

De esto es de lo que trata este documental, ya que esta frase define muy bien el comportamiento de los protagonistas de esta película, con esa parte humana que es luchar por algo simbólico, ya que se nos intenta decir que lo importante en la vida es luchar por una causa, y sin una causa por lo que luchar, la vida deja de tener sentido. 

 Lucha por tus sueños, porque a veces se hacen realidad.
 
Sí hay un documental que nos muestre lo que es la magia del cine es este, una película que nos enseña paso a paso, la bendita locura de unos chicos que un día decidieron resucitar el escenario de su película favorita. Un documental que nos enseña que el cine es algo mágico difícil de explicar. 

En 1966, el ejército español ayudo a construir un gran cementerio con más de 5000 tumbas en el Valle de Mirandilla en Burgos, para rodar el final de la mítica película “El bueno, el feo y el malo” de Sergio Leone. Esta escena se convirtió en una de las escenas más míticas, icónicas e impactantes del spaguetti-western, pero no solamente del género, sino también de toda la historia del cine. La escena era un duelo de pistolas a tres en el centro del cementerio, donde se enfrentaban el bueno (Clint Eastwood), el feo (Eli Wallach) y el malo (Lee Van Cleef), la resolución de este sorprendente y original duelo ya forma parte de la memoria de todo cinéfilo. 

 El duelo final de la película "El bueno, el feo y el malo". 

El problema es que este lugar después de la película quedó completamente abandonado, por lo que la vegetación enterró el cementerio. El documental nos cuenta la historia de un grupo de cinéfilos, que tuvieron la poética idea, cuarenta y ochos años después de rodar la película, de desenterrarlo, para conseguir que este lugar tan emblemático y legendario volviese de nuevo a la vida. Los verdaderos protagonistas de la película son los miembros Asociación Cultural Sad Hill, unos fans absolutos de la película y del spaguetti-western, con algún tipo de vinculación emocional con ese lugar. 

 Algunos de los miembros de la asociación junto con el director. 

El proyecto de desenterrar el cementerio era prácticamente imposible, por la cantidad de años que habían pasado del final de la película, y por el completo abandono de la zona. Para ello este grupo de cinéfilos crearon la Asociación Cultural Sad Hill, que sin ayuda, sin dinero, sin medios, y sin subvenciones, pero con mucha ilusión, trabajo y dedicación, consiguieron hacer posible lo imposible. 

 ¿Quiénes son?

El director Guillermo Oliveira, se enteró por casualidad de la existencia de la asociación, y decidió irles a grabar unas entrevistas, pensando que sería cuestión de unos pocos fines de semana que se cansaran y abandonasen el proyecto, en parte, por las grandes dificultades técnicas que presentaba y por la gran magnitud del mismo. Pero con lo que no contaba ni el director, ni los propios miembros de la asociación, fue que el proyecto se les fuese completamente de las manos, que se convirtiesen en todo un fenómeno mundial, y que todo el mundo hablase de ellos. 

 Cementerio de Sad Hill. 

Vinieron gentes de todos los lugares del mundo a ayudarlos, cientos de personas se presentaron en este pequeño pueblo de Burgos, para cavar, quitar piedras y poner cruces, y todo ello sin esperar nada cambio. 

Además para financiar el proyecto, se les ocurrió la brillante idea de apadrinar el cementerio, y hacer partícipe de su sueño a todo el mundo que lo quisiese, y por ello, por una pequeña cantidad de dinero simbólico, se podía tener tu nombre en cada una de las 5000 tumbas del cementerio. Pero a pesar de parecer algo siniestro y muy tétrico, el 5 de febrero de 2019, consiguieron la cifra de las 5000 tumbas apadrinadas. 

 Una brillante idea para financiar el proyecto. 

El documental tiene dos partes bien diferenciadas, una primera parte que nos cuenta los entresijos de la película “El bueno, el feo y el malo”, y porque después de tantos años sigue fascinándonos tanto, mediante imágenes del rodaje y entrevistas a personas que de alguna manera o de otra participaron en la realización de esta pequeña obra maestra del cine. También, nos muestra y nos habla del director y creador Sergio Leone, un genio de cine, y probablemente el director más importante de la historia del cine italiano, que descubriremos un poco más a través de testimonios de personas que le conocieron o trabajaron con él. 

 Secretos del rodaje de la película. 

En la segunda parte de la película conoceremos un poco más a los miembros de esta Asociación Cultural Sad Hill, que nos hablaran de sus sueños, de qué significa para ellos ese lugar, porque les gusta tanto esa película, y sobre todo que les motivó y que les movió a intentar realizar esa bendita locura. 

 Miembros de la Asociación de Sad Hill en el preestreno de la película.

Y llega el emotivo final, donde después de tanto trabajo y esfuerzo, consiguen que el sueño por el que han estado luchando durante estos últimos años se hiciera realidad. Llegué a empatizar tanto con los protagonistas del documental, que me fue muy difícil contener la emoción y que no se me pusieran los ojos vidriosos viéndoles en el preestreno de la película (por su 50 aniversario) en ese lugar de culto. Quizás porque todo el mundo que ama el cine, les llega a comprender, y agradecer que nos permitieran seguirles en este hermoso viaje. Por cierto, una de las grandes sorpresas de la película (que nos develaré), que también fue una sorpresa para nuestros protagonistas, tiene una gran carga emocional para ellos, y para el espectador que está viendo el documental. 

 Inaguración del Cementerio con la proyección de la película por su 50 aniversario. 

Un duro trabajo que al final obtuvo su recompensa, porque al final si se pelean los sueños, se pueden hacer realidad. 
Tengo que decir que he visto la copia en Blue-Ray de este documental, y me ha llamado la atención, viendo el “making of” y leyendo el diario de rodaje, que fue tan difícil desenterrar el cementerio, como el sueño de poder contarlo, leeremos las dificultades para poder entrevistar a todas las personas que salen en el mismo, para poner la música, e incluso para poder poner las imágenes de la película. Porque hoy en día poder realizar una película es muy difícil, y más sin una gran productora detrás que te avale, por eso el mérito que tiene un director que sin apenas presupuesto, y sin experiencia de rodaje, haber conseguido terminarla, y sobre todo conseguir que te guste o no “El bueno, el feo y el malo”, se te ponga la carne de gallina con este emotivo, emocionante y honesto viaje a la busqueda de la esencia del cine. 

Un lugar de culto y emblemático para todo cinéfilo.

Recomendar este maravilloso documental, porque es una carta de amor al cine y a la vida, y que gustará a todos los que todavía creen en la magia del cine. 

 Trailer de la película.
Inaguración del cementerio.