Para todos los críticos que creen que los westerns son todos iguales y que sus argumentos son muy simples y básicos, les recomiendo que vean este extraordinario western.
Cartel de un cine de la época
A pesar de ver y conocer el género como nadie, hasta hace bien poco desconocía la existencia de este western, el cual descubrí por ser uno de los westerns recomendados por el estupendo libro “Nickel Odeon: El western”.
La importancia y la grandeza de este western nos la da su extraordinario argumento, un estudio sociológico del comportamiento humano a través de los ojos de su protagonista, un western con argumento muy actual en los tiempos que corren.
Un western muy original
El western está dirigido por un director Richard Fleischer, el cual tiene grandes joyas en su filmografía, y que dirigió dos clásicos hoy imprescindibles de la ciencia ficción como son: “Viaje alucinante” (1966) y sobre todo “Cuando el destino nos alcance” (1973), como me gusta esta película. Pero no solamente en la ciencia ficción prácticamente tiene numerosas joyas en todos los géneros que dirigió, por eso su filmografía cuenta con grandes películas como: “Testigo accidental” (1952), “Los vikingos” (1958), “Impulso criminal” (1959), “Barrabas” (1961), “El estrangulador de Boston” (1968) y “Tora, Tora, Tora” (1970).
Richard Fleischer
Este western cuenta con un excelente reparto: Lee Remick, Stuart Whitman, Patricia Owens y Don Murray, un actor de serie B, que esta película está realmente bien su actuación.
Un western con un gran reparto
El argumento de este western es la historia de un viaje o de la transformación de Don Murray, un chico tímido, ingenuo, bobalicón y pueblerino que gracias a su ambición se transforma en un dandi empresario, rico terrateniente y respetable hombre de negocios. Don Murray es un joven que con el dinero que tiene ahorrado se compra un rancho, sin embargo, con tal de mantener su estatus social y su reputación no dudara en traicionar a las personas que más quiere.
Don Murray con su novia Lee Remick y su mejor amigo Stuart Whitman
La historia de este western es la adaptación de la fabulosa novela “These Thousand Hills”, que sitúa la acción en el lejano oeste, pero podría situarla en cualquier época de la historia, porque nos cuenta temas universales tales como: el amor, los celos, la amistad, la traición, la ambición, el orgullo, la moral, la avaricia…
Un western basado en la novela ganadora de un Premio Pulitzer
Rodada en Cinemascope y en Technicolor, y a pesar de no tener mucha acción, tiene una fabulosa fotografía, que se puede apreciar en lo bien filmada que esta la carrera de caballos.
Lee Remick y Patricia Owens en un descanso de la película
Creo que el actor que interpreta al protagonista que, a pesar de no ser un actor de primera línea, interpreta muy bien a este personaje tan complejo, el principio lo borda como un tipo muy ingenuo, bobalicón y tímido. Nuestro protagonista se enamora perdidamente de una chica de saloon, una guapísima Lee Remick (que preciosos ojos azules tenía), Don Murray es tan inocente que considera el salón en lugar más elegante que había estado en su vida.
Don Murray hace buena pareja con Lee Remick
Lee Remick con sus preciosos ojos azules
En una entrevista realizada en 1988 a Lee Remick dijo que esta es la película que menos le gusta de las interpretadas, sin embargo, en mi parecer es su mejor película en la que ha participado.
Richard Egan le hará la vida imposible a la buena de Lee Remick
Después se produce la transformación de Don Murray en un engreído y rico terrateniente, y lo peor de todo el desprecio que les da a su novia y a su mejor amigo, por mantener su estatus social y no querer juntarse y relacionarse con ellos (una mujer de saloon y un pobre ladrón), a pesar de que les debe a los dos llegar donde ha llegado. Una ingratitud, que la demuestra en la dramática escena donde Don Murray no quiere ir a cenar con su mejor amigo (un excelente Stuart Whitman) porque va ir con su novia, una mujer marcada, por lo que se avergüenza de que ellos que sean sus amigos.
Lee Remick y Jean Willes son dos mujeres marcadas
Me gusta mucho el sorprendente argumento de este western, una película con muchas lecturas y moralejas. Creo que el comportamiento del protagonista, lo hemos visto muchas veces a lo largo de nuestra vida, la del tipo que no dudara en pasar por encima de otros para conseguir ascender y mejorar su vida.
Un ambicioso Don Murray
Llega a impactar tanto el comportamiento de Don Murray que a pesar de ser el protagonista, en un punto de la película quieres que no triunfe y al final le malo de la función le meta un disparo y le mate, por su actitud y comportamiento con respecto a sus amigos.
“Lo que te quita el sueño no es lo que tienes si no lo que echas de menos”
Además, cuenta con una de las escenas más dramáticas y duras vistas en toda la historia del cine del oeste, en la escena que su mejor amigo lo van a colgar y le dedica estas merecidas palabras:
“Trabajo en lo que sale, compro ganado barato cuando puedo, pero no he faltado a mi palabra, no he subido a costa de otros, no he traicionado a un amigo y no he sido egoísta. Y sobre todo nunca he hecho del dinero un falso ídolo de barro”.
Una escena muy dramática
Y una de las razones por la que me gusta tanto este western, es por su último tercio final de la película, cuando nuestro protagonista se da cuenta su enorme error y lo injusto que ha sido con sus amigos, que a pesar de que sea tarde intenta redimirse en una escena final memorable.
Espectacular pelea final
Esta emocionante redención final por salvar el honor de la mujer del saloon que la ayudo en su pasado, le obligara nunca mejor dicho a bajar al barro, y enfrentarse con sus demonios en una espectacular pelea final entre los dos enemigos de la película en medio de una calle llena de barro, en contra de la opinión de su suegro y de su mujer, y por una vez en su vida ser justo y honrado sin importarle lo que piensen de él y las consecuencias que le pueda pasar, de incluso perder la vida, por fin a Don Murray le importa alguien más que el mismo.
Duelo en el barro
Un gran final para una gran película, que para mí ya forma parte de mis westerns favoritos, a pesar de la poca acción de la película, y que es un western muy poco conocido y estimado por la crítica y el público.
Un western valiente y hermoso como pocos
Por cierto, es un western que gustara a los amantes del género por su original argumento, pero también a los que les gustan los melodramas clásicos de toda la vida, ya que el excelente director Richard Fleischer (que pena que apenas dirigiese westerns) mezcla hábilmente un relato del oeste con grandes dosis melodramáticas. Un western psicológico que nos deja muchas moralejas, y lecturas y que debería estudiarse en los colegios como ejemplo del comportamiento humano y la pérdida de valores de la sociedad actual.
Trailer de este sorprendente western