martes, 4 de octubre de 2011

7 men from now


Hoy me encantaría comentar una película muy poco vista por los aficionados al western. Es una película que no recuerdo que fuese emitida en televisión, y me ha costado mucho trabajo obtenerla para verla, y después de mucho buscarla solamente la he conseguido en versión original con subtítulos en español.


Sin embargo estamos en una de las joyas del western americano, fue la primera colaboración de dos genios como fueron Budd Boetticher y Randolph Scott, que llegaron hasta encontrarse hasta en siete ocasiones. Creo que el western americano le debe mucho a estos dos, pero siempre han sido infravalorados por la crítica y el público.

La historia es muy simple, un antiguo sheriff atormentado por el asesinato de su mujer en un robo a la Wells Fargo, intentará vengarse de los siete culpables del asesinato.

El guión corre a cargo de Burt Kennedy, una habitual guionista de los western de Butt Boetticher, que posteriormente dirigiría algún que otro western estimable como “Asalto al carro blindado” ya comentada en este blog. El argumento es muy típico para una película del oeste, pero los diálogos son magníficos y como muestra el arrollador principio del film.

Un vaquero llega a una cueva para resguardarse de una tormenta, y se encuentra con dos forasteros que se encuentran tomando una taza de café en el interior de la cueva.

- Randolph Scott: No pretendo molestarles, pero no pude evitar ver su fuego desde la cresta.
- Forastero 1: Ya oíste al caballero, sólo se detuvo a refugiarse de la lluvia. ¿No es cierto?
- Randolph Scott: Cierto.
- Forastero 1: Entre.
- Randolph Scott: Gracias. Agradecería una taza de ese café.
- Forastero 1: Sírvase usted mismo.
- Randolph Scott: Gracias.
- Forastero 2: Es una noche terriblemente lluviosa para que hombre esté fuera.
- Randolph Scott: Seguro.
- Forastero 2: Debe haber cabalgado un largo camino.
- Randolph Scott: Caminé.
- Forastero 2: ¿No tiene caballo?
- Randolph Scott: Tenía. Los Chiricahua me asaltaron a unas 10 millas de aquí.
- Forastero 2: Le robaron.
- Randolph Scott: Y me comieron el caballo.
- Forastero 1: ¿No le conozco de alguna parte, señor?
- Randolph Scott: ¿Ha estado alguna vez en Silver Springs?
- Forastero 1: No puedo negarlo.
- Randolph Scott: Vengo de allí.
- Forastero 1: Escuché que hubo un asesinato en Silver.
- Randolph Scott: Sí, lo oí.
- Forastero 2: La lluvia está amainando Clint, será mejor que nos movamos antes de…
- Randolph Scott: ¿Por qué tanta prisa, no hay ningún pueblo cercano?
- Forastero 1: Ese asesinato…. ¿cogieron a los tipos que lo hicieron?
- Randolph Scott: A dos de ellos.


A continuación se ven a los dos caballos de los forasteros y se oyen dos disparos. Lo siguiente que vemos es a Randolph Scott, montado en un caballo y cargando con otro caballo. Es una elipsis magistral, un verdadero toque de un genio.

Con este principio de la película, ya nos ha presentado al protagonista, y ya sabemos mucho de él, sabemos que quiere vengar a alguien, y que no se detendrá ante nada ni nadie para cumplir su venganza. Es uno de los mejores principios de un western de la historia del cine. 


Intro "7 men from now"

El villano magistralmente interpretado por un gran Lee Marvin en el principio de su carrera, recordemos que posteriormente interpretaría el legendario papel de villano en el western “El hombre que mató a Liberty Valance” de John Ford. Aquí interpreta a un educado villano, elegante, mujeriego, y con un alto código del honor. Me encanta cuando la mujer le da una taza de café, y el amablemente le da las gracias quitándose el sombrero. La conversación dentro del carromato que termina en una pelea entre ambos. Y sobre todo el duelo final entre los dos, un duelo puro típico del viejo oeste. Magistral secuencia. 


Randolph Scott & Lee Marvin





Pero sobre todo lo que es 7 men from now, es una gran historia de amor. La bonita historia de amor entre la preciosa Gail Russell y Randolph Scott, ella atrapada en un matrimonio a un hombre el cual no quiere, y él con el recuerdo de su mujer que debe ser vengada. Preciosas son las miradas furtivas, las conversaciones entre ambos, el precioso Good Night que le desea Gail Russell a Randolph Scott que se encuentra durmiendo debajo del carromato en el que se encuentra ella. La despedida, cuando están a punto de aflorar los sentimientos y se queda el beso en el aire. Y sobre todo el final, con la muerte de su marido, los dos viudos no hace falta que sigan reprimiendo sus sentimientos.

- Randolph Scott: Creo que tomó una sabia decisión, Sra. Greer. Creo que California es un lugar extraordinariamente bello.

- Gail Russell: ¿Y usted?
- Randolph Scott: Aceptaré ese trabajo de aguacil en Silver. Si alguna vez vuelve a suceder, cuando usted ande cerca…confesaré que estaré allí.
- Gail Russell: Recordaré eso.
- Randolph Scott: Adios, Sra. Greer.
- Gail Russell: Adios.
- Gail Russell: Conductor.
- Conductor: Señora.
- Gail Russell: Saque mi equipaje de la diligencia.
- Conductor: ¿El no viene con nosotros?
- Gail Russell: No por el momento.

Porque nunca un adiós en el cine fue tan hermoso. Pura magia, y cine en estado puro.

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