(1922 – 1975 y 1977-1998)
El Popular Cinema fue el primer cine de la empresa fundada por don Constantino María Fernández Arango, inaugurado el 11 de noviembre de 1922 en la entonces llamada Travesía Calle Covadonga. Una sala poco adecuada que ya acomete la primera reforma en 1932, tras la que cambia su nombre por el de “Gran Cinema” como dice el diario Avance en su edición del 9-12-1932: “Reapertura de un cine. Hoy comenzarán las obras de instalación de un equipo sonoro en el antiguo local del Popular Cinema, propiedad de la misma Empresa que el Principado. Este local será además dotado de cómodas butacas y en él se presentarán tan buenos films como en los más caros salones. Bien venida sea la competencia, si viene sola.”.
Tras la reforma de 1932, el cine contaba con 200 butacas, ampliadas a 250 en 1954, siendo entonces el sobrino de Constantino, Manuel Fernández Aguirre Arango, responsable de la empresa. El Cinema reabría sus puertas con el estreno de la película Lili, dirigida por Charles Walters e interpretada por Leslie Caron, Mel Ferrer y Zsa Zsa Gabor entre otras grandes estrellas de la época. Además de estas mejoras en el local, al año siguiente, en 1955, el Real Cinema instala por primera vez en Oviedo la última tecnología del momento, el sonido estereofónico. En Octubre de 1975, casi sesenta años después de su apertura, el Cinema cierra sus puertas.
Cuando era un niño, cuando mis padres me llevaban al cine era sin lugar a dudas un premio y un gran día de fiesta para recordar. Tras décadas colmando de ilusiones a los espectadores, de nada les valió, invertir en el mejor sonido, en las mejores pantallas, en las mejores programaciones y en las mejores butacas, era el principio del fin de las salas clásicas de cine. Por los viejos cines de la ciudad de Oviedo pasaron películas muy buenas. Y en sus butacas mi memoria tiene muy buenos recuerdos, grandes carcajadas, grandes emociones, y sobre todo grandes tardes de entretenimiento.
Recuerdo como si fuera ayer, cuando disfruté de los últimos grandes westerns rodados en los años 90: “El jinete pálido” (1985) de Clint Eastwood, “Bailando con lobos” (1990) de Kevin Costner, “Sin perdón” (1992), “Geronimo” (1993) de Walter Hill, “Tombstone: la leyenda de Wyatt Earp” (1993) de George Pan Cosmatos, “Wyatt Earp” (1994) de Lawrence Kasdan, y “Open Range” (2003) de Kevin Costner. Todas estas películas las disfrute en pantalla grande, en los cines urbanos de la ciudad de Oviedo. ¿Os acordáis de esa vieja sintonía que escuchábamos antes de comenzar nuestras películas en el cine?, creo que también se ha perdido junto con los cines.
Asturias contaba en la década de los setenta con casi un centenar de salas de cine, a día de hoy son muy pocas las que sobreviven; y las que lo hacen siguen a duras penas con un negocio que poco a poco se va acabando. Las salas urbanas que se encontraban ubicadas en el centro del casco urbano (no siendo necesario para llegar a ellas la utilización de ningún medio de transporte), fueron desapareciendo una a una, imposible de luchar contra las grandes multinacionales, internet, la piratería o la implantación y el auge de los grandes centros comerciales y de sus grandes salas cinematográficas; además de las nuevas tecnologías (3D, salas IMAX). El negocio quedaba en manos de las multinacionales.
En Oviedo, el Cine Fruela; el Real Cinema; el cine Ayala; el Cine Principado o, más recientemente; los Minicines (Salesas); los Brooklyn; y los Clarín, ¿Quién no tiene algún recuerdo memorable en alguno de estos cines? Creo que con la pérdida de los cines de Oviedo se va un trocito de cada ovetense.
La mayoría de los cines de Oviedo eran de la empresa Fernández Arango, que tuvo varios cines en Oviedo, Gijón, Avilés, Mieres, Langreo e incluso Villaviciosa, sin embargo, en su última época la mayoría de los cines de Oviedo eran de propiedad de la Cadena Clarín, la cual era la única empresa con capital asturiano que seguía activa en un sector como el cinematográfico, en el que la competencia iba más allá de lo que hiciera el cine de al lado.
Los cines Clarín, fueron fundados por Antonio Robles y José María Fernández en 1978, y dieron el pistoletazo de salida a lo que, en tan sólo dos años más, seria la Cadena Clarín. En 1980, la empresa ya contaba, además de con la sala de cine homónima, con los Hollywood de Gijón, los Brooklyn de Oviedo y los Cines Marta y María de Avilés, gestionaba 16 pantallas en Oviedo, Gijón y Avilés. En la capital eran siete salas de proyección con un total de 1750 butacas, con los que se convertía en el primer complejo de multisalas de cine de Asturias.
Otro mítico cine de Oviedo fue el cine Ayala que comenzó su andadura en el año 1955, y echó el cierre en el 2002. Situado en una zona privilegiada, junto a la Plaza América y al Hotel Reconquista, era un clásico del todo, aunque como todos, acabó cerrando. Fue el fin del pan de oro, de las lamparas de araña, de las molduras de escayola fantásticas, de los mármoles de sus escaleras y unas pinturas, casi olvidadas, obra de Paulino Vicente "El Mozo".
Cadena Clarín de Cine
Proyectores antiguos de los cines de la Cadena Clarín
El cine Ayala es un spa y un gimnasio en la actualidad
Cine Ayala en el año 1955
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Cines Brooklyn el día de su cierre (Fotos de Rodrigo Calvo)
Los Clarín y el Ayala son las últimas salas que echaron el cierre en Oviedo, y más atrás quedan, los Minicines, que pasaron su última película en el año 2000; el Real Cinema, que cerró en 1998; el Cine Principado, que proyectó su último filme en 1996; el Filarmónica que dió su último pase antes de convertirse en teatro en 1999; y el cine Aramo que dejó de existir en 1984. Y en la retina de los más nostálgicos están el cine Campoamor, la sala Roxi, el cine Santa Cruz, el Palladium (cine de arte y ensayo), el Fruela y el México. Una verdadera lástima para todos aquellos que amamos el cine, y nos gusta ir al cine, y no a los centros comerciales.
Inauguración de los Cines México
Fachada del antiguo Cine Principado
Gran Teatro-Cinema Principado (1928 – 1996)
El nombre del Cine Principado fue elegido por votación popular entre los ovetenses. La empresa promotora del Cine-Teatro, Julio César S.A., decidió lanzar bajo el slogan de "Un Cine para Oviedo debe llevar el nombre que Oviedo quiera" una campaña en la ciudad. Repartirían boletos en numerosos espacios públicos como cafés, teatros, paseos, etc. Se cubrían con el nombre propuesto para seleccionar los más repetidos y entre ellos, mediante votación libre en las oficinas de la propia empresa, el de Cine Principado fue el que obtuvo más respaldo y para él fue el honor de figurar como nombre del coliseo.
Homenaje a los recién cerrados cines Brooklyn
“Cine, cine, cine, más cine por favor, que todo en la vida es cine y los sueños, cine son”
La chica de los cines Brooklyn - Alfredo González
La chica de los Brooklyn me sonríe
clavando la mirada en el cristal
se me descomponen los motivos
para seguir dejando de soñar.
Debajo del jersey azul marino
se vuelve fotograma la ciudad
olvido la hipoteca y los horarios
pierde sentido el verbo claudicar.
Películas con rayas, un solo espectador
acércate a mi lado y ven a acomodarme el corazón.
Tócamela otra vez, no tengas miedo
guíñale un ojo a la furtividad,
lléname el wonderbra de palomitas,
que cumpla su función la oscuridad.
Aunque mañana lloren las butacas.
no escapes hacia el centro comercial
acuérdate de mí cuando esto acabe,
que un cierre no es lo mismo que un final.
El cine Filarmónica, es la única excepción de los cines urbanos, ahora se pueden ver las películas que más nos gustan del cine clásico en pantalla grande, en ciclos que organiza el ayuntamiento de Oviedo junto con la Filmoteca de Asturias.
Se pueden disfrutar de ciclos de cine clásico, de todas las películas que más nos gustan de la historia del cine.
Ciclos de cine clásico en el cine Filarmónica
El interior del cine Filarmónica es un teatro hermoso de estilo clásico.
"Cine Aramo. A la salida de la sesión de la siete y media de la tarde, el primer contacto con la realidad a la que necesariamente había que regresar era el reloj de la RENFE, marcando las diez menos cuarto. Cine Aramo, construido y decorado como otras salas de la época con afán de solemnidad. Maderas nobles, lámparas que pretendían cierta fastuosidad, mármoles que propendían al lujo. Se buscaba revestir un escenario de sueños y de ensueños de una imprescindible suntuosidad, con independencia de que el resultado estético nos llenase más o menos.
Sábana por donde desfilaron griegos y romanos, Leonidas y Espartaco. Por donde se proyectaron muchos duelos inolvidables. Galopaban los caballos. Gary Cooper, con permiso de Pilar Miró, transitó más de una vez por aquel séptimo cielo que decidía posarse durante unas dos horas en la compartida sábana. Mares insultantemente azules Historias del cine negro. Y los besos, en los que el cine, como más de uno dijo, marca un antes y un después. También, cómo no, dramones y cursiladas. También, cómo no, españoladas infames en dos fases, landismo pueblerino y poslandismo pretencioso. También, cómo no, americanadas pueriles e insulsas. También, cómo no, el consabido NODO, impuesto obligatorio previo a la película.
Cine Aramo. Se llevan sus butacas, camino de la destrucción, momentos inolvidables, segundos y minutos eternos. Estrenos en la pantalla y en la sala. Estrenos amorosos también en la propia butaca. Escarceos de tantas historias sentimentales.
Años llevaban, en efecto, vacías sus butacas. Oscurecidas y sin la presencia humana. Arrancadas de cuajo del lugar al que estuvieron adheridas, camino de su final. Muchos serán los que dediquen algunos instantes al recuerdo de aquellas butacas que en más de una ocasión les sirvieron para contemplar los sueños proyectados sobre la imborrable sábana blanca, donde en más de una ocasión acaso soñaron y amaron con independencia de lo que acontecía en la pantalla.
Lo que se echa de menos de cines como el Aramo es que son irrepetibles. “La voluntad de estilo” con que fueron concebidos y construidos ya no es viable, ya no es funcional ni rentable. Ahora, como no podría ser de otro modo, las salas de cine son bien distinta cosa. En cualquier caso, somos muchos los que consideramos más que merecido testimoniar nuestro recuerdo a esas butacas que nos sirvieron a veces para ver sueños, a veces para vivirlos, a veces para hacerlos realidad."
Vieja entrada del cine Aramo
Algunas fotos más de cines desaparecidos de la ciudad de Oviedo.
CINE SALÓN TORENO: Hasta hace muy poco, desconocía su existencia. Hubo dos locales con el nombre de Cine Toreno. El primero estuvo en la calle del mismo nombre y después de la guerra civil desapareció y el segundo local estuvo en la calle 9 de Mayo que anteriormente se había llamado Cine Maria Isabel.
Salón Toreno (1923 – 1946 y 1963 – 1977)
En abril de 1922, Marino Magdaleno del Barrio, propietario del comercio de tejidos “El Escudo” en la calle Uría de Oviedo y en la calle Moros de Gijón, presenta un expediente sobre construcción de un cinematógrafo en la calle de Toreno, esquina a la de Pidal, con informe del Arquitecto municipal, don Francisco Casariego. El 17 de junio de 1923 abre sus puertas el Salón Toreno.
CINE SANTA CRUZ: Estuvo en la calle del mismo nombre junto al parque San Francisco, el local está ahora vacío desde hace unos cuantos años.
Cine Fandiño (1908 – 19??)
El primer cine del cual se tiene recuerdo en la ciudad de Oviedo. Cinematógrafo del empresario ovetense Juan Antonio Fandiño Pérez. Donde está el monumento a Tartiere había un cine de barraca, llamado primero Pabellón Varietés y luego Cine Fandiño.
Una instalación de madera levantada en 1908 según proyecto del arquitecto municipal La Guardia, de grandes dimensiones y cumpliendo estrictas normas de seguridad para evitar que se repitiera lo sucedido en La Escandalera dos años antes, cuando ardieron tres cinematógrafos ambulantes instalados durante San Mateo.
El Cine Fandiño atrajo a la burguesía ovetense gracias a una acertada combinación de cultura, películas y varietés, una burguesía que no veía hasta entonces con buenos ojos ese nuevo invento de los cinematógrafos por el peligro de incendio, los daños oculares que causaba y el riesgo para la moral que tenían las luces apagadas bajo cuyo amparo se desataban pasiones desbocadas.
El Fandiño supuso la transición definitiva desde los primeros precarios barracones de madera instalados en épocas de ferias, a los cines sólidos y estables que en un buen número tuvo Oviedo durante el siglo XX. El espectáculo cinematógrafo, de gran aceptación, deja de ser presentado sólo en la época de festejos para permanecer activo durante todo el año por lo que sus promotores pasan a ubicarse en locales de forma permanente.
CARTELERA DE LOS CINES DE OVIEDO EN LOS AÑOS 80:
Cartelera de los cines de Oviedo en los años 80
Como veía la prensa local el último día de los Minicines y el Real Cinema.
Los cines urbanos fueron cerrando poco a poco en las ciudades
Entradas de los cines de Oviedo
Entradas de los cines de Oviedo
Agradecer fervientemente las excelentes páginas de Facebook: TOviedo y Negocios Carbayones por las excelentes fotografías y la información suministrada para el desarrollo de esta entrada dedicada a los cines de Oviedo.
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EliminarEstupendo post lleno de buenos recuerdos y me quedo con tu frase "Una verdadera lástima para todos aquellos que amamos el cine, y nos gusta ir al cine, y no a los centros comerciales. "
ResponderEliminarSi una lastima que ya no nos quede ningún cine de verdad en Asturias, luego se quejan de que nadie vaya al cine. Si no hay cines.
EliminarEstupendo post lleno de buenos recuerdos e imagenes. Me quedo con la frase "Una verdadera lástima para todos aquellos que amamos el cine, y nos gusta ir al cine, y no a los centros comerciales"
ResponderEliminarque tiempos!
ResponderEliminarQuien nos iba a decir que no quedaría ninguno en la actualidad.
EliminarDonde quedaban los cines Toreno y Santa Cruz?
ResponderEliminarDonde quedarían hoy el cine Toreno y el Santa Cruz?
ResponderEliminarHubo dos locales con el nombre de Cine Toreno. El primero estuvo en la calle del mismo nombre y después de la guerra civil desapareció y el segundo local estuvo en la calle 9 de Mayo que anteriormente se había llamado Cine Maria Isabel. El cine Santa Cruz estuvo en la calle del mismo nombre junto al parque San Francisco, el local está ahora vacío desde hace unos cuantos años.
EliminarGracias Angel, por la información suministrada.
EliminarEl cine Fruela, estaba en la calle Palacio Valdés, en un pasaje que había, en cuanto al que estaba en la Argañosa era el cine roxy.
ResponderEliminarMuchas gracias Eloy por la corrección, no se porque pensaba que el cine Fruela estaba en el barrio de la Argañosa , me dispongo a corregirlo. Muchas gracias.
ResponderEliminarCreo recordar que el cine Toreno, en la calle 9 de Mayo, pasó posteriormente a llamarse "Cinema" (Nada que ver con el Real Cinema, de Longoria Carbajal)
ResponderEliminaren que año cerro el cine Mary en Colloto
ResponderEliminarCreo que hay un error en la fecha de cierre del Cinema. Se estrenó "La guerra de las galaxias", en 1977.Por otro lado,buenísimo el artículo. Un saludo.
ResponderEliminarMuy buen aporte sobre los cines asturianos! Os invito a que veáis el mío sobre los orígenes del cine en Zamora: http://www.laopiniondezamora.es/aniversario/2017/05/09/origenes-cinematografo-traves-correo-zamora/1004207.html
ResponderEliminarGracias. Muy bonito todo. Sonia. Cadena Clarín
ResponderEliminarn.
Hola. Me gustaria saber dón de se encontraba el Cine Asturias en Oviedo.
ResponderEliminarEl Cine Asturias estaba en la calle Postigo Bajo, cerca de la esquina con C/Paraíso.
EliminarHola, veras tengo imagenes de un teatro/cine de asturias que no ubico, si fueras tan amable de responderme al correo abrahamoliva365@gmail.com te paso las fotos, un saludo
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