Para los millones de espectadores que le adoraron como Robin Hood, como el Capitán Blood, como Fletcher Christian, como el General Custer, Errol Flynn (1909-1959) vivió una vida mucho más emocionante que cualquiera de las aventuras que llevo a la pantalla: viajes exóticos, hazañas criminales, relaciones con mujeres hermosas, confrontaciones violentas, acusaciones de violación, escándalos, fama internacional, de un hombre que no era inmoral, sino amoral. Una personalidad más encantadora, fascinante y autodestructiva de Hollywood. La suya fue una vida de incesante búsqueda de placer.
Fue un genial espadachín de la época dorada de Hollywood, cuyo nombre completo era Errol Leslie Thomson Flynn; nació en Hobart, Tasmania. Gracias a su primera experiencia en una película semiprofesional, “El despertar de la Bounty” (1932), le atrajo la idea de ser actor y abandonar su pasado como aventurero. Después de una serie de trabajos menores, un ejecutivo de la Warner le envió a Hollywood. La Warner, desesperada en su intento de encontrar un actor para “El Capitán Blood” (1935), de Michael Curtiz, le dio el papel: habían descubierto a una nueva estrella, con esta película, además, se inicia una serie de historias de la pareja Errol Flynn-Olivia de Havilland, en las que Flynn encarna el personaje del tipo apuesto, lleno de arrojo, que le hizo famoso en muchas películas.
El Capitán Blood: "¡Jarcias, arriba monos! ¡Desplegad esas velas y verlas henchirse con el viento que nos lleva hacia la libertad."
La historia se ha repetido muchas veces en la historia del cine, de la noche a la mañana un autentico desconocido se convierte en una estrella de la noche a la mañana, basta una película, un éxito, eso le ocurrió a un joven de veinte cinco años que había nacido en la isla de Tasmania, un galán que se convertiría en una de las mas grandes estrellas de la década de los treinta.
Marilyn Monroe: “Debía ser por 1945 cuando yo trabajaba como modelo en una agencia de modelos alguien me invito a las famosas fiestas de Errol Flynn, donde todo era posible, la primera imagen que tengo de el es bajándose los pantalones y tocando el piano con la picha, y la verdad es que no lo hacia nada mal”, así recordaba Marilyn Monroe a Errol Flynn, y definió perfectamente el carácter exhibicionista y alocado del actor.
En la época de los 30-40 se convirtió en el prototipo de héroe aventurero, gracias a películas como la mencionada “El capitán Blood”, “La carga de la brigada ligera”, “Objetivo Birmania”, “Murieron con las botas puestas”, y sobre todo siempre será recordado por el inmortal “Robin de los bosques”, el publico le admiraba tanto por sus proezas tanto dentro como fuera de la pantalla, aunque la película por la cual siempre le recordare será la despedida de Errol Flynn como general Custer de Olivia de Havilland en un porche en “Murieron con las botas puestas”, de Raoul Walsh.
Mayor Nelson: “Eso no tiene nada que ver con los japoneses…lo encuentras en cualquier sitio donde haya fascistas. Incluso hay gente que se llama si mismo americanos, que también lo hacen”. Dialogo de la estupenda película bélica de Raoul Walsh, “Objetivo Birmania”.
Era hijo de un profesor de biología marina, de ahí su pasión por el mar, de pequeño hacia a menudo novillos y travesuras, y se pegaba a menudo con sus compañeros, por lo que fue expulsado de varios colegios, dejo los estudios y se puso a trabajar, pero al poco fue despedido porque su jefe le pillo haciendo el amor con su mujer, empezó en el cine de mera casualidad, tenia un barco y le contrataron como guía porque iban a rodar un documental sobre los salvajes Tanacos, unos indígenas que se dedicaban a reducir cabezas en unas islas de Nueva Zelanda, gracias a estos contactos se pudo introducir en los ambientes cinematográficos, en Australia rodó su primera película y poco después viajo hasta Londres en donde es descubierto por un cazatalentos de Hollywood.
Errol vivió y murió como le gustaba, era un hedonista para el cual solamente contaba el placer, como seductor no tuvo rival en Hollywood, tuvo cientos de amantes, mujeres de toda condición y edad que sucumbían a su magnetismo, como comentaba Olivia de Havilland en “Robin de los bosques”, “Es distinto a cuantos había conocido, es un hombre valiente, temerario, distinguido, gentil y muy bueno. Decidme My Lady no notáis cuando os mira un dulce cosquilleo que recorre vuestra espalda de arriba abajo”.
Tenía un carácter extrovertido y siempre estaba dispuesto a gastar bromas, un día puso una serpiente viva en los pantalones de Olivia de Havilland, y al director Vincent Sherman con el cual rodó “El burlador de Castilla”, también fue objeto de sus bromas, estaba desnudo en su camerino, y estaba haciendo comentarios sobre unas u otras escenas mientras hablaba se quito la toalla que llevaba en la cintura y se quedo de piedra al ver un postizo que se había hecho de unos cuarenta centímetros.
Su vida estuvo rodeada de escándalos, incluso se rumoreo que fue un espía a servicio de los nazis. En 1942 fue acusado de violación de una menor y fue llevado a juicio. Hollywood contuvo la respiración y alas puertas del juzgado se agolpaban cientos de fans que le aclamaban, el jurado estaba compuesto por tres hombres y nueve mujeres, y fue declarado inocente, a partir de entonces fue el centro de todos los comentarios y se puso de moda la expresión, “Estar in como Flynn”, quería decir que el actor estaba en todos los líos, cotilleos y escándalos de Hollywood. A partir del juicio no volvió a ser el mismo, su imagen fue utilizada y manchada por todos los humoristas de la época, y aunque se reía con ellos no le gustaba nada, se puso de moda la anterior expresión pero la verdad es que le corroía las entrañas.
Errol Flynn llevaba naranjas a los rodajes y cuando nadie le veía, inyectaba vodka en los frutos utilizando una aguja hipodérmica, además se ponía cocaína en el pene porque estaba convencido que era afrodisíaco. A pesar de toda la vida de excesos, continúo con sus fiestas en su mansión y otras veces en su velero, al que llamaba cariñosamente “La triple F”, algo así como “El velero copulador de Flynn”, se sucedían las orgías, y si hacemos caso a la leyenda no siempre con mujeres, aunque su segunda mujer lo negase.
Al final de los años cuarenta, Errol era una sombra de lo que fue, la mala vida le había convertido en un alcohólico, y su físico no le permitía realizar papeles de aventuras que eran su especialidad. En la década de los 50 su carrera cayó en picado, sus problemas económicos se incrementaron, se convirtió en un adicto a la morfina y a la cocaína, y el 14 de octubre del 1959, su corazón se negó a seguir latiendo, era resultado de medio siglo de borracheras, orgías y drogas, y así termino la historia de un hombre que vivió la aventura del cine tan intensamente como su vida, cuya mejor definición la dio el mismo:
“ Una pizca de color en un mundo aburrido”.
Los western en los que intervino Errol Flynn son los siguientes:
Dodge city (1939) de Michael Curtiz
Oro, amor y sangre (1940) de Michael Curtiz
Camino de Santa Fe (1940) de Michael Curtiz
Murieron con las botas puestas (1941) de Raoul Walsh
San Antonio (1945) de David Butler
Rio de Plata (1948) de Raoul Walsh
Montana (1950) de Ray Enright
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