viernes, 29 de junio de 2012

EL GRAN McLINTOCK (1963)



No estará en ninguna lista de los mejores western de la historia, Andrew V. McLaglen no era el mejor director posible, pero creció a la sombra de su padre Victor McLaglen, y quizás aprendió algo de verle actuar en las películas del maestro John Ford. Así que además de este simpático western, dirigió los entretenidos western: “Los últimos hombres duros”(1976), “La soga de la horca”(1973), “Asalto al último tren”(1971), “Cerco de fuego”(1971), “Chisum”(1970), “Los indestructibles”(1969), “Bandolero”(1968), “Camino de Oregon”(1967), “Desafío en el rancho”(1967), “Una dama entre vaqueros”(1966) y “El valle de la violencia”(1965).

George Washington McLintock, es un respetado y querido ciudadano de un pueblo que lleva su nombre,  es un rudo terrateniente al que todo le ha salido bien en la vida excepto el matrimonio, ya que su bella esposa no aguantaba la vida del rancho y el estilo de vida de su marido, una mujer de fuerte temperamento encarnada por Maureen O´Hara. Los problemas surgen cuando su mujer decide volver a su casa, para ver quién se queda con la custodia de la hija.

Las risas en este western están garantizadas 

Con esta película se abrió un género nuevo en el western, denominado “western familiar”. Además tiene todo lo que nos gusta en el western, peleas, ganado, indios, ranchos,  salones, pero sobre todo McLintock es John Wayne y Maureen O´Hara en estado puro.

Excelentes secundarios: Yvonne De CarloPatrick Wayne(el hijo de Wayne), Stefanie Powers,  Chill Wills,  Edgar Buchanan y Bruce Cabot.

Los que esperen encontrar al John Wayne más duro no les gustará, aunque McLaglen supo sacarle su lado más humorístico. Un western con toques de humor, que cuenta con algunas de las escenas más cómicas de la historia del western, Wayne y De Carlo tratando de subir las escaleras de la casa totalmente borrachos, Wayne persiguiendo a su esposa por todo el pueblo en paños menores, y la enorme pelea entre el barro.

En América esta película es todo un icono, tuvo un presupuesto de $2 millones y generó por venta de taquillas la cantidad de $14,5 millones en EEUU solamente, más $7,2 millones por la venta de alquiler en los videoclubes, pero en Europa fue un rotundo fracaso.


Este western está claramente inspirado en el cine de John Ford, con citas clarísimas de diversos films del maestro, la película recibió dos premios Laurel, uno como mejor drama de acción y otro a John Wayne como mejor actor principal

Lo que más me gusta de esta película es la química que desprenden John Wayne y la para mí siempre será su mujer en el cine Maureen O'Hara, y sirve de homenaje a esta pareja que nos emocionó con “Rio Grande” (1950), “El hombre tranquilo” (1952), “Escrito bajo el sol” (1957), “McLintock” (1963) y “El gran Jack” (1971). Reflejaron como nadie la “guerra de sexos” en el western, se enfadan, se pelean, pero sobre todo se quieren y se respetan. En 1939, Maureen O'Hara conoció a John Wayne en los círculos irlandeses de Hollywood, una anécdota cuenta que O'Hara tuvo que llevar del brazo a un embriagado Wayne a su casa, iniciándose una amistad entrañable entre ambos artistas que duraría hasta el resto de la vida de Wayne, siempre tuvo a Wayne en su más alta estima al actor, ella opinó:



“Wayne fue realmente un verdadero hombre...denme un hombre como Wayne”
“He tenido el privilegio de conocer a tres grandes hombres en mi vida: A mi padre, a John Wayne y a Charles Blair”


Sus peleas y su amor figuran en los anales del cine para siempre, y en la memoria de todo cinéfilo. 
Wayne y Maureen O´Hara en una de sus escenas más famosas 

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