lunes, 25 de enero de 2016

EL DESAFÍO DE BÚFALO BLANCO (1977)



Hoy me gustaría reivindicar este extraño western, que debo ser el único fan que tiene, pero creo que a pesar de sus muchos defectos es un western muy interesante. 



La película es un western fantástico con tintes espirituales, de los que yo denomino weird-western, el leitmotiv de la historia, la razón de ser de los personajes, es el denominado búfalo blanco del título, pues bien según una antigua leyenda india, el búfalo blanco es un animal mágico y sagrado que según las tribus sioux les entregó la pipa sagrada, la cual se le atribuían poderes que daban fuerza y espíritu de supervivencia, las cuales son especialmente apreciadas por las tribus en las llanuras. 

El búfalo blanco  es un animal sagrado y mágico para los indios 

“Ojo de Águila era un intrépido niño piel roja que quería ser mayor para poder cazar, pero esta actividad estaba encomendada a los mayores de edad, entrenados por un cazador con experiencia durante más de seis lunas. El ayudaba a su madre y sus hermanos curtiendo las pieles o salándolas para su conservación. Pero también sabía distinguir las diferentes huellas de animales, las voces de apareamiento y fue entrenado en el uso del arco.

Pese a esto, los cazadores se negaron a que el muchacho los acompañara y Ojo de Águila decidió seguir al grupo de cazadores de incógnito.

Por la mañana siguió los pasos de los cazadores con sigilo, llevando alimentos, agua, abrigo y una afilada vara de arce como arma. Al caer la tarde, el grupo de cazadores llegó a las colinas para dar caza a los ciervos y prepararon una gran hoguera para soportar el frío y cocinar sus alimentos.

Ojo de Águila había olvidado llevar la yesca y el pedernal para poder prender el fuego, por lo que estaba muerto de frío y hambre. Quería ir al campamento pero el miedo a ser castigado por su desobediencia le hacía dudar. De repente, oyó rugir a un puma así que decidió salir corriendo hacia el campamento de los cazadores. Éstos se enfadaron por la desobediencia, dándole una tremenda paliza y riéndose del niño asustado.

Al día siguiente, el jefe del grupo le ordenó que se quedara a cuidar el campamento mientras ellos cazaban. El muchacho se quedó de mala gana y pasados unos minutos el joven abandonó el campamento. Comenzó a caminar y se desató una tormenta de nieve que trajo una densa niebla. Perdió el rumbo. Cuando cesaron las inclemencias, y sin saber dónde estaba, vio la silueta de un gran búfalo blanco (animal mágico y sagrado entre todas las tribus de pieles rojas). El miedo se apoderó de él, pero armado de valor se acercó con cautela y la bestia le encaminó hacia su campamento. Una vez puesto a salvo, el búfalo desapareció entre la niebla.

Cuando llegó Ojo de Águila les narró su aventura pero no le tomaron en serio. Pero el jefe, que había viajado al sur, contó que existía un grupo enemigo que mataba y destrozaba todo lo que encontraba a su paso. Vestían armaduras, usaban sables, montaban a caballo y eran de piel blanca. Un frío invierno, el abuelo de Ojo de Águila y su familia huyeron de este enemigo, pero se perdieron sin los víveres necesarios para subsistir, por lo que el abuelo decidió cazar un animal para mitigar el hambre. Después de buscar y no encontrar ninguna presa, se percató de que había perdido el camino de regreso. Cansado y sin esperanza se le apareció el gran Búfalo Blanco, señalándole el camino de regreso a donde lo esperaba su familia. El jefe afirmó que Ojo de Águila sería el día de mañana uno de sus chamanes o un gran jefe."

“Cuando el gran cambio se aproxime, nacerán seres blancos en todas las especies."


“Cuando el gran cambio se aproxime, nacerán seres blancos en todas las especies."

Aquí el búfalo blanco es al igual que la pantera en el fantástico western de William Wellman “El rastro de la pantera”, es la metáfora que se repite en ambas películas, y simbolizan los miedos, las pesadillas y los temores que tiene todo ser humano, que al final siempre te tienes que enfrentar a ellos cara a cara para seguir viviendo con dignidad. Pero al contrario que en la de Wellman, que la pantera no se le veía durante todo el metraje, en esta si vemos al búbalo blanco. Este western crepuscular tiene grandes semejanzas con la novela de Moby Dick, donde el obsesivo capitán de barco no parara hasta matar al terrible y poderoso animal que le obsesiona. 

Moby Dick la ballena blanca 

Basada en la novela homónima de Richard Sale "The White Buffalo" y con guión del mismo Sale, un gigantesco búfalo blanco siembra el terror, la muerte y la destrucción en Dakota. Tres hombres intentan darle caza, pero sus motivos son muy distintos. Wild Bill Hickok (Charles Bronson), el legendario explorador, aventurero, jugador y pistolero, que quiere darle caza para poner fin a sus pesadillas, aunque ello le cueste la muerte, el jefe sioux “Caballo loco” (Will Sampson), porque el alma de su hija, víctima del animal, sólo hallará la paz cuando su cadáver sea cubierto con la piel del búfalo y por último Zane (Jack Warden), un viejo colono que por su parte, sólo busca el beneficio económico que le reportaría la venta de la piel de animal. Tres diferentes razones para dar caza a la bestia, la obsesión (Wild Bill Hickok), la venganza (Caballo Loco) y la codicia (Zane). 

Wild Bill Hickok (Charles Bronson)

Caballo loco (Will Sampson)

Zane (Jack Warden)

Lo peor de la película sin lugar a duda es las escenas del búfalo, ya que estamos ante un western de bajo presupuesto, y el animal se nota mucho que es un “animatronic” de cartón y trapos, que vista hoy en día se nota mucho más la falta de presupuesto en los efectos especiales, pero aún así la película sale bien parada de la pelea final con el monstruo, como bien dice un amigo mío, en lugar de efectos especiales son defectos especiales. 

El búfalo se nota muy falso (animatronic)

Lo mejor de película es su grandioso reparto, en el papel protagonista tenemos al siempre convincente Charles Bronson, que se calza las botas perfectamente de este pistolero tan legendario, que si me lo tuviera que imaginar me lo haría como lo interpreta Bronson, con esas peculiares e inquietantes gafas de sol oscuras que lleva durante toda la película, en el papel de jefe indio “Caballo Loco” tenemos a Will Sampson, un actor extraordinario de origen indio, que interpretaría a otro legendario indio en la gran pantalla en la extraordinaria “Alguien voló sobre el nido del cuco”. Y por último los fantásticos secundarios con los que se va cruzando Charles Bronson en su camino: Stuart Whitman, Clint Walker, John Carrdine y Ed Lauter, el fantástico actor secundario del cine de los años 80, recientemente fallecido. 


Extraordinario reparto

Y por último Kim Novak, la cual se retiró del cine con apenas 32 años años para casarse, lo que supuso una enorme conmoción en los millones de fan que la adoraban. Por eso una de las razones por las cuales fue enormemente conocido este western, fue por el retorno al cine de esta estupenda actriz, que dicho sea de paso, luce tan radiante como siempre.

Kim Novak luce tan radiante como siempre 

Un breve papel que deja huella, aquí interpreta una encargada de una pequeña pensión en la cual Bronson pasa la noche, un viejo amor de Bronson de tiempos atrás. 

Sí que es duro el personaje de Charles Bronson, porque debe ser el único mortal que ha rechazado a Kim Novak, poco creíble por cierto, aún sabiendo que puede morir en la caza del búfalo blanco. 

-Lucas (antiguo marido de Kim Novac) fue un hombre afortunado. 

- Gracias ojos gato.

- ¿Por qué me llamas así?

- ¿No has visto tus ojos cuando haces el amor, o cuando preparas tus armas?

- Pero si soy un hombre muy sociable, siempre evito las peleas. 

- ¡Sociable, cómo no! Eres el pistolero más sociable que le haya volado los sesos a alguien. 

Charles Bronson y Kim Novak forman una extraña pareja 

Aún así es un western que nos deja numerosas escenas para el recuerdo.

La escena donde Charles Bronson observa una montaña de huesos de búfalos, donde la caza del búfalo simboliza el último vestigio del oeste, un mundo que tiene los días contados, para desgracia de nuestros protagonistas. 

Montaña de huesos de búfalo

De este western me gusta mucho su cuidada ambientación, sus maravillosos parajes nevados donde vive el bisonte blanco, o como están filmados las cantinas por las que va parando nuestro protagonista. Sobre todo el saloon donde se reúnen los más peligrosos y sanguinarios buscadores de oro de la región. 

Extraordinaria y exquisita ambientación 

El director de esta película es el siempre espectacular J. Lee Thompson que empezó dirigiendo interesantes y entretenidas películas de aventuras en la década de los 60 (“La bahía del tigre” (1959) “Los cañones de Navarone” (1961), lo que me gusta esta película bélica, “ Taras Bulba” (1962), “Ojo del diablo” (1966), “El oro de Mackenna” (1969), “El pasaje” (1979) y sobre todo su mejor película “El cabo del terror” con unos impresionantes Robert Mitchum y Gregory Peck y terminó realizando divertidas películas de acción de serie B para el esplendido Charles Bronson en la décadas de los 70 y los 80. Por eso su dirección se nota en las brillantes escenas de acción de toda la película, el enfrentamiento en el interior de diligencia, la pelea con los soldados en el interior de la cantina, el duelo con pistolas en el saloon con mineros, y los tiroteos en las montañas rocosas contra indios y vaqueros. 


Charles Bronson las pasará canutas durante toda la película 

Me gusta mucho la relación de complicidad, de entendimiento y de respecto que se establece entre Caballo loco y Wild Bill Hickock, cada uno de ellos entiende las razones por la cuales necesita cazar el otro al búfalo blanco, y el bonito plano final con el que termina la película. 

Muy bonita la relación entre Caballo Loco y Wild Bill Hickock

En resumen un western muy entretenido que os hará pasar un buen rato para todos aquellos que les guste el western. Y recordad siempre va a ver un momento en nuestras vidas que cada uno de nosotros se debe enfrentar cara a cara con sus miedos si quiere seguir viviendo en paz.

Metáfora de los miedos y temores a los que se enfrenta todo ser humano 



The White Buffalo 

viernes, 15 de enero de 2016

EL CABALLERO DEL OESTE (1945)



Hoy me gustaría recomendaros un western muy poco conocido de serie B, aunque tenía todos los ingredientes para ser mejor de lo que fue, ya que los protagonistas son los fantásticos actores: Gary Cooper, uno de los cowboys más carismáticos del séptimo arte, Loretta Young, una de las damas más sensuales del cine clásico, y por último el villano Dan Duryea, un habitual del cine negro y del western (con su inolvidable flequillo).

Gary Cooper 

Loretta Young 

Dan Duryea

Gary Cooper en 1944 funda su propia productora, Internacional Pictures Inc., con la que produce y protagoniza esta película y "Casanova Brown", por eso es un western para su total lucimiento, interpretando uno de sus papeles más característicos, encarnando mejor que nadie al "americano ideal", hombre íntegro, tímido y caballeroso. En esta película interpreta a un vaquero ingenuo y bobalicón que encima es muy torpe a la hora de disparar (un personaje de carácter muy semejante al sabio que interpretaba en la película “Bola de fuego” de Howard Hawks). 

Un western producido por el propio Gary Cooper 

Western de muy bajo presupuesto, donde el propio Gary Cooper hizo construir el pueblo que se ve durante la película, utilizado posteriormente en diversas producciones de serie B, las escenas filmadas en el pueblo son las únicas escenas filmadas en entornos naturales, ya que el resto son descaradamente rodadas en decorados. Al ser una producción de serie B, se nota demasiado en el presupuesto, de ahí que se note demasiado que los protagonistas montan a caballo sobre un croma. 

Western de bajo presupuesto, con una preciosa fotografía

Este western se basa en la novela del especialista en el género Alan Le May, nos cuenta la interesante historia de dos cowboys que llegan al tranquilo pueblo de Payville, donde uno de ellos Melody Jones (Gary Cooper) es confundido con Monte Jarrad (Dan Duryea), un pistolero reclamado y buscado por las autoridades. Melody, lejos de desmentir la confusión, decide suplantar al forajido por el amor de una mujer (Loretta Young), antigua novia de Jarrad.

Loretta Young volverá loco a Gary Cooper

El director es Stuart Heisler, un artesano muy interesante de serie B, sobre todo en el cine negro y el western, destaco de su prolifera carrera las películas: “La Llave de Cristal” (1942), “Tulsa: Ciudad de Lucha” (1949), “Dallas: Ciudad Fronteriza” (1950), y “Colinas Ardientes” (1956). 

Stuart Heisler

Lo mejor de la película es sin lugar a la duda la interpretación de una impresionante Loretta Young, que interpreta a una vaquera de armas tomar, muy hábil con el rifle y que no dudara de utilizar sus armas de seducción para que se haga su voluntad, hasta el bueno de Gary Cooper se rinde a sus encantos, y se enfrenta al despiadado Dan Duryea, a pesar de su torpeza con las armas de fuego. Por cierto recientemente la he visto en una película “China” (1943) de John Farrow, junto a Alan Ladd, estaba fantástica como profesora que transportaba a un grupo de estudiantes chinas perseguida por todo el ejército japonés. 

Loretta Young una mujer de armas tomar

En esta película desprende una gran sensualidad y glamour, y me encanta como seduce con su mirada a Gary Cooper en su primer encuentro, la belleza con la que lia un cigarrillo, el arrojo con el empuña un rifle y como besa. 



Gran química entre Gary Cooper y Loretta Young 


Otro de las escenas que más me gusta es el brillante comienzo, con esa diligencia avanzando a toda velocidad a través de un desfiladero y que sufre un robo por parte de los forajidos, todo ello mientras vemos los títulos de créditos. Stuart Heisler un gran artesano del western, filma unas grandes y poderosas escenas de acción, hasta ese fabuloso tiroteo final. Además hay unos fantásticos e imposibles planos filmados a través de las ventanas. 

Son muy brillantes los diálogos de la película:

“Mi padre me dio un consejo que siempre me fue muy útil, hijo si te pones loco por una mujer, pon un dólar en el fondo de la bota y siempre te quedará un dólar a salvo, y luego añadía, si no te quitas las botas claro”. 

“Nunca vuelvas la espalda a nadie, y menos a una mujer”.

"Si te pones loco por una mujer..."

Un western con un gran sentido del humor, como cuando vemos a Gary Cooper haciéndose pasar por un rudo vaquero cerrando medio ojo para parecer más duro, o cuando el villano le manda quitarse la ropa y las botas a Gary Cooper y vemos que del fondo de la bota aparece una moneda, siguiendo el consejo de su padre. 


Gary Cooper siempre tuvo un gran sentido del humor 

Lo mejor de la película es la química entre Gary Cooper y Loretta Young (menudos ojazos), en la cima de sus carreras y de su esplendor físico y atractivo.


Bonita historia de amor 

Cabe resaltar que al igual que otros famosos westerns, nuestro héroe está acompañado por un viejo huraño y refunfuñón, aquí fantásticamente interpretado por William Demarest, que pone la nota simpática de la película. 


William Demarest es el inseparable compañero de fatigas de Gary Cooper 

Sobre este western leí a alguien que escribía sobre el que comentaba que se veía el mejor beso de la historia del western, y estoy totalmente de acuerdo con esta afirmación, una escena que bien merece toda una película. Loretta Young le da un beso en la mejilla para agradecerle sus servicios a Gary Cooper, el cual se la vuelta, deja el sombrero sobre la silla de montar, se limpia la comisura de los labios con el dorso de la mano, y tomándose todo el tiempo que la ocasión lo requiere, coge a Loretta y le da un beso que la deja obnubilada. Una escena memorable de dos pedazos de actores en estado de gracia.


Un beso de película