“La
mayoría de mis películas son muy violentas, sí, pero lo que yo quiero es que la
violencia sea esencial en la narración de la historia. No me gusta la violencia
por la violencia: eso no lo llevo nada bien. Muchas películas se recrean en
ella con cualquier excusa. Me parece de muy mal gusto y muy pobre como efecto
dramático. Al final aburre; ni significa nada.” (Don Siegel).
“Si soy
director de cine se lo debo todo al maestro Don Siegel, puede enseñar a los
jóvenes mucho más que cualquier cineasta, puede ser el verdadero motor,
verdadero guía para las escuelas de cine, porque Siegel tiene el cine en cada
plano que el inventa.” (Clint Eastwood).
Conocido tanto por Don como por Donald, Siegel es sin
duda una de las figuras más representativas del cine estadounidense del siglo
XX. Director y productor de éxito, su carrera se desarrolló con producciones
muy dispares y de temática muy variada, a pesar de que su estilo a la dirección
era inconfundible.
Casi la mitad de las películas de Don Siegel se puede decir de un modo u otro que son serie
B. La primera parte de su carrera, con escasos recursos como tantos directores
de los años 40 y 50 sólo podían aspirar a ocupar el hueco sobrante en los programas
dobles de los cines.
El caso de Don Siegel se parece quizás más al de
Anthony Mann, que también mantuvo una larga etapa en la segunda división, con
sus mayores logros en torno al film noir, y que marcó luego una parcela importante de un género, el western, con un
actor, James Stewart, de forma equivalente a lo que haría luego Siegel con
Clint Eastwood y el cine policíaco y de acción.
Nacido en Chicago, Al
cumplir los 2 años, la familia Siegel se traslada a Nueva York (1914); su
infancia y adolescencia transcurre entre Nueva Jersey, Nueva York y Chicago.
Por motivos laborales de su padre, intérprete de mandolina, viaja a Inglaterra
(1929); influído por su condición de judío, se decanta por especializarse en el
estudio del Nuevo Testamento durante su estancia en Cambridge, al tiempo que
obtiene una formación como instrumentista y se aficiona por el tenis de mesa.
Tras una breve temporada en París, que aprovecha para aprender el idioma
francés, regresa a los Estados Unidos y obtiene un puesto de trabajo como
intérprete de tambor en una banda.
Al cabo de un tiempo de permanencia en Los
Ángeles, entra en la Warner Bros por mediación de su tío Jack Saper, montador
titular de la compañía (1933); después de pasar una temporada en la biblioteca
de cine de la Warner, sigue los pasos de su tío al ocupar una plaza de ayudante
de montaje (1933-1942); alterna su cometido como montador con la de director de
segunda unidad para films de los más grandes directores de cine: Michael
Curtiz, Anatole Litvak, Raoul Walsh y Howard Hawks, entre otros (1932-1943), llegando a
ser director del departamento de montaje y dirección de películas tan míticas
como “Casablanca”. A partir de ahí se desarrollaría su estrecha relación con el
mundo del cine, hasta que tomó las riendas y decidió ponerse a la dirección.
Primero, con dos cortos que se hicieron con premios en los Oscar de la edición
de 1945.
Su cine y su
personalidad se fueron moldeando en esa veintena de películas que a veces tenía
que rodar en nueve días, con actores que apenas habían ensayado.
Don Siegel, abordaba la realización con una
innegable voluntad de colocar en primer plano la violencia como motor de la
sociedad norteamericana. De todos los directores de la época Don Siegel fuese
quien se desenvolvió con mayor asiduidad en el terreno de la serie B,
permitiéndole abordar una gran diversidad de géneros o subgéneros; el drama
carcelario “Motín en el pabellón 11”, la delincuencia juvenil “Crimen en las calles”, el western “Estrella de fuego”, el cine negro “Baby Face Nelson” y su mejor película
de esta época la obra maestra de la ciencia-ficción “La invasión de los ladrones de cuerpos”. Todavía hoy sigue
impactando y aterrorizando por partes iguales. Hay muchas versiones pero
solamente la de Don Siegel es la autentica.
Dirigiendo a Elvis Presley en "Estrella de fuego"
La obra maestra de la ciencia ficción
A partir de
aquí comenzaría así una carrera de éxito que incluye más de 50 títulos como: las policiacas y thrillers “Código del Hampa”(1964) con Lee
Marvin, Angie Dickinson y John Cassavetes, “Brigada
homicida” (1968) con Richard Widmarck y Henry Fonda, “La jungla humana” (1968) con Clint Eastwood, “La gran estafa” (1973) con Walter Matthau, “El molino
negro” (1974) con Michael Caine,
y sobre todo su película más famosa y carismática de Clint Eastwood la de duro
sargento de policía “Harry el Sucio”
(1971), y terminaría su colaboración con la mejor película de fugas rodada nunca “Fuga de Alcatraz” (1979), estas últimas alabadas por la crítica.
Mítica escena del famoso personaje creado por Don Siegel Harry el Sucio
Su
producción cinematográfica, sin embargo, tampoco ha estado exenta de críticas
que aluden a su "comercialidad". A este respecto, él mismo comentó en
diversas ocasiones que los productores le dejaban poca libertad a la hora de
crear.
"Una vez le dije a Jean-Luc
Godard que él tenía algo que yo quería, libertad. Y él me respondió: “tú tienes
algo que yo quiero: dinero”.
Papel fundamental en su carrera figura uno de sus grandes
amigos, el actor y director también Clint
Eastwood. Eastwood y su futura carrera de realizador, comenzada tres años
después de la realización de ‘La jungla humana’,
siempre reconoció que todo lo que sabe acerca de hacer cine, lo aprendió de la
mano de Siegel, al que siempre consideró a la misma altura que directores como
Howard Hawks.
Corría
el año 1968 y la fama de Clint Eastwood subía como la espuma. Tras el éxito de
“Cometieron dos errores” recibió una
oferta de la Universal para protagonizar un film titulado”La jungla humana”.
Como en todas las producciones Malpaso, Eastwood
tenía la última palabra sobre el director a elegir, y aún así no está muy claro
como las riendas de dirección terminaron en Don Siegel. Parece ser
que Eastwood recomendó a Don Taylor,
y los de la productora se equivocaron de Don (algo sobre lo que el director de
‘Harry el sucio’ bromeó durante años). Aunque también se dice que el proyecto
fue encomendado a Mark Rydell, quien no pudo aceptarlo recomendando a Siegel.
Conociendo el carácter bromista de éste último es lógico pensar que la segunda
opción se acerca más a lo que realmente sucedió. Sea como fuere, todos salimos
ganando con Siegel tras las cámaras.
Al
principio Eastwood y Siegel no se entendieron demasiado bien, hasta que pasaron
un fin de semana en la casa del primero, en California, hablando sobre
cualquier cosa menos cine. Llegaron a compenetrar a la perfección, conociéndose
como personas (siendo uno liberal y el otro republicano jamás discutieron sobre
política durante su larga amistad), y una vez dado este paso, se pusieron manos
a la obra. Ambos cambiaron el guion que no era de su agrado. Era la primera vez
que Eastwood participaba en un guión de forma tan comprometida, pues hasta ese
momento sólo había aportado elementos sobre los personajes que interpretaba.
Era tal la amistad y agradecimiento que sentía por Siegel, que en la primera
película de director de Eastwood, Siegel participa en un cameo como barman de
un bar que regenta el protagonista de “Escalofrío
en la noche”. La mejor película de Eastwood “Sin perdón” se encuentra dedicada a sus maestros Don Siegel y
Sergio Leone.
Colaboraron
en 5 fructíferas películas: “La jungla
humana” (1968), “Dos mulas y una mujer” (1970), “El seductor” (1971), “Harry
el Sucio” (1971) y “Fuga de Alcatraz”
(1979).
Siegel con Eastwood en el rodaje de "Harry el sucio"
Pero la principal razón porque la cual merece una entrada en este blog del oeste, es que Don Siegel firmó la despedida y el bonito epitafio de dos grandes cowboys de oeste, dirigió y homenajeo a dos viejos vaqueros en su último viaje por el salvaje oeste: John Wayne y Richard Widmarck.
- “La ciudad sin ley” (Death of a Gunfighter, 1969) con Richard Widmarck
- “El último pistolero” (The Shootist, 1976) con John Wayne
Casado dos
veces y padre de cinco hijos, Siegel murió de cáncer en Los Ángeles a los 77
años de edad.Como
curiosidad Siegel rodaría una película en España para lucimiento de nuestra
estrella más universal Carmen Sevilla.
"Aventura para dos" con Carmen Sevilla
Los westerns que dirigió fueron los siguientes:
- "Duelo en Silver Creek" (1952) con Audie Murphy.
- "Estrella de fuego" (1960) con Elvis Presley
- "Un extraño en el camino" (1967) de Henry Fonda
- "La ciudad sin ley" (1969) de Richard Widmarck
- "Dos mulas y una mujer" (1970) de Clint Eastwood
- "El último pistolero" (1976) de John Wayne
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